La administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, condenó esta semana una política en el estado de Texas que establece que los padres que facilitan tratamientos médicos de “transición de género” a los niños, pueden ser investigados por abuso infantil.

El 22 de febrero, el gobernador de Texas, Greg Abbott, ordenó al Departamento de Familia y Servicios de Protección de Texas (DFPS, por sus siglas en inglés) que investigue “una serie de los llamados procedimientos de 'cambio de sexo'” que la oficina del fiscal general había determinado “constituían abuso infantil según la ley existente de Texas”.

Entre los procedimientos mencionados en el informe de febrero del fiscal general estaban los métodos de esterilización, incluidas la castración y la histerectomía, así como bloqueadores de la pubertad y tratamientos hormonales.

Ya que los menores no pueden consentir legalmente la esterilización, “los procedimientos y tratamientos que resultan en la esterilización de un niño no están autorizados e infringen el derecho fundamental del niño a procrear”, escribió el fiscal general.

“Los niños transgénero dan satisfacción a sus padres, alegría a sus amigos y han sido hechos a imagen de Dios. Afirmar la identidad transgénero de un niño es lo mejor que un padre, maestro o médico puede hacer para cuidar a los niños del daño, y los padres que aman y afirman a sus hijos deben ser aplaudidos y apoyados, no amenazados, investigados o estigmatizados”, se lee en la declaración de la Casa Blanca

Para la ideología de género o enfoque de género el sexo no es una realidad biológica sino una construcción sociocultural. Distintos gobiernos intentan imponer esta corriente a través de la educación de niños y jóvenes.

Según Aciprensa, el 2 de marzo la Casa Blanca emitió una declaración que calificó la política de Texas como “una extralimitación del gobierno de lo peor”. “En los Estados Unidos de América respetamos los derechos y la dignidad de todas las familias”, agregó.

“Los niños transgénero dan satisfacción a sus padres, alegría a sus amigos y han sido hechos a imagen de Dios. Afirmar la identidad transgénero de un niño es lo mejor que un padre, maestro o médico puede hacer para cuidar a los niños del daño, y los padres que aman y afirman a sus hijos deben ser aplaudidos y apoyados, no amenazados, investigados o estigmatizados”, se lee en la declaración de la Casa Blanca.

Ese mismo día, Xavier Becerra, secretario de Salud y Servicios Humanos (HSS), dijo en una declaración que está preparado “para tomar acción inmediata” y “proteger a los jóvenes trans y de género diverso en Texas”.

“El ataque del gobierno de Texas contra los jóvenes transgénero y contra quienes los aman y los cuidan son discriminatorios e inconcebibles. Estas acciones son claramente peligrosas para la salud de los jóvenes transgénero en Texas”, dijo Becerra.

La declaración tiene un anexo en el que se explica que, bajo la ley federal, los padres o cuidadores que creen que a sus hijos se les ha negado el cuidado de la salud, incluida la “atención de afirmación del género”, de acuerdo a la identidad de género, pueden presentar una queja ante la Oficina de Derechos Civiles.

Esto ocurre después de que la Corte Suprema en el 2020 reinterpretara el concepto de “sexo” en las leyes civiles federales, para incluir la orientación sexual y la identidad de género.