La Generalitat ha aprovechado la nueva Ley educativa, LOMLOE o Ley Celaá, para dejar de renovar los conciertos a los centros educativos que segregan por sexo. En total, son once, dos de bachillerato y nueve de secundaria y afectará a 143 grupos y casi 4.000 alumnos. En concreto, la Generalitat retirará 15 millones de euros en ayudas públicas a estas escuelas.

Según publica La Razón, la conselleria de Educación ya intentó hacer lo mismo con las escuelas de primaria hace un año, pero un recurso de los centros perjudicados ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) lo detuvo. El TSJC aplicó medidas cautelares (noviembre de 2020) y, probablemente, tumbe la decisión de la Generalitat porque en 2020 estaba aún en vigor la LOMCE, ley educativa anterior aprobada por el PP en 2013 que sí preveía la financiación de los centros concertados. Los conciertos en la primaria se renuevan cada seis años y, por tanto, con toda probabilidad se mantendrán hasta el curso 2026-2027.

En cambio -continúa La Razón- ahora que toca renovar los conciertos de infantil, secundaria y postobligatoria (bachillerato y Formación Profesional), el Govern tiene el amparo de la LOMLOE, que, en la disposición adicional 25, habilita legalmente para la retirada de las ayudas públicas a escuelas que segreguen por sexo. “Los centros sostenidos parcial o totalmente con fondos públicos desarrollarán el principio de coeducación en todas las etapas educativas, de conformidad con lo dispuesto por la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, y no separarán al alumnado por su género”, estipula la norma.

Si bien, más allá de la reforma legal aprobada con la LOMLOE en diciembre de 2020, habrá que ver cuándo se pronuncia el Tribunal Constitucional porque la Ley educativa está recurrida y porque en 2018 desestimó el recurso de inconstitucionalidad presentado por el PSOE contra la LOMCE, en el que recurría, entre otros aspectos, los conciertos educativos con centros de educación diferenciada por entender que discriminan a los alumnos por razón de sexo.

Hasta ahora, la concertada había contado con el fuerte apoyo de Convergència i Unió y PP, pero la implosión del espacio convergente y su evolución hacia JxCat le ha hecho replantearse su posición en este asunto hasta el punto de ceder y alinearse con Esquerra, CUP o Podemos, partidos que siempre han rechazado dar dinero público a este tipo de educación -en su mayoría, religiosa-.

Pero, Cataluña no es la única comunidad autónoma en la que surge la polémica respecto a la concertada. Navarra, por ejemplo, también sitúa en el punto de mira a los centros que optan por separar a niños y niñas a la hora de educarles.