
El diputado de Vox en la Junta General, Javier Jové, ha denunciado la deriva ideológica de la enseñanza pública asturiana, impulsada por “un Gobierno más preocupado por adoctrinar que por educar”.
Como ejemplo, se refirió a la guía para profesores “Ni ogros ni princesas”, dirigida a alumnos de 1º de la ESO, en la que se incluyen actividades sobre sexualidad y placer. “A los 12 años se les pregunta qué son las zonas erógenas o qué formas conocen para sentir placer erótico. Todo esto se hace en horario lectivo, mientras se pierden clases de matemáticas, lengua o química”.
O, a los contenidos incluidos en los llamados “Cuadernos de Coeducación de Primaria”, dirigidos a niños de seis años, donde se anima a los alumnos a reflexionar sobre “las desigualdades de género que perciben en el patio del colegio”, a analizar “el sexismo en los dibujos animados” o a identificar conceptos como “machismo, patriarcado, micromachismo o sororidad”. “Esto no es educación, es adoctrinamiento ideológico pagado con dinero público”, aseguró.

“Cuando hablamos de educación, acabamos hablando solo de reivindicaciones sindicales o de equipamientos -que también son importantes-, pero nos olvidamos de lo esencial: de qué estamos enseñando a los niños. ¿Sabe el Gobierno lo que se está enseñando en sus colegios?”, cuestionó Jové.
Además, el diputado de Vox criticó las actividades promovidas bajo el título “Diversidad LGTBIAQ+ y buenos tratos en las aulas”, que se aplican en grupos de adolescentes a partir de 14 años. “Se dedican horas lectivas a hablar de la ‘vivencia del armario’, del ‘día de la visibilidad asexual’ o del ‘día de la despatologización trans’, pero nada sobre la realidad de las mujeres en Irán o el trato a los homosexuales en Cuba”.
Jové reclamó explicaciones a la Consejera de Educación, Vanessa Gutiérrez, a quien acusó de “no conocer la realidad de lo que ocurre en sus propios centros educativos”. “Negó la mayor, no sabía nada. Pero los materiales existen, están en las aulas y los padres tienen derecho a saberlo”.
“Desde Vox no vamos a permitir que el Gobierno utilice las aulas como laboratorios ideológicos”. “La educación debe centrarse en el conocimiento, la excelencia y el esfuerzo, no en el adoctrinamiento ni en la ingeniería social”.









