The Walt Disney Company es un gran discípulo del Nuevo Orden Mundial (NOM), como refleja su apuesta por la ideología de género (feminismo y homosexualismo) y por el ateísmo (mucho panteísmo y nada de Dios), pero no sin polémicas. De hecho, ya lleva dos en la ‘era Arnold’: a las críticas del actor Peter Dinklage a la nueva versión de Blancanieves, ahora se suma que Minnie Mouse ha cambiado su tradicional vestido rojo de lunares por un traje pantalón azul de lunares y lazos… y también ha cambiado de zapatos.

El gigante estadounidense del entretenimiento tiene la primera presidenta de su historia desde hace poco más de un mes: Susan E. Arnold, que es feminista y lesbiana. Por tanto, parece lógico que aumente su agenda LGTB y su feminismo -que en alguna ocasión es hortera-, y no hay que olvidar que en su último año fiscal tuvo unos flojos resultados. Ahora ha decidido que por primera vez en la historia Minnie Mouse lleve pantalones: se trata de un diseño de Stella McCartney (diseñadora británica que es hija de Paul McCartney, un exmiembro de The Beatles) para celebrar los 30 años de Disneyland París, un parque temático que no escapa a la agenda homosexualista de la casa, pues ya celebró su propio desfile del Orgullo LGTBI en 2019.

El nuevo vestuario lo estrenará en marzo, el mes de la mujer, y no falta la cursilería de la diseñadora Stella McCartney: Minnie siempre ha tenido un lugar especial en mi corazón. Compartimos los mismos valores. Lo que me encanta de ella es que encarna la felicidad, la libre expresión, la autenticidad…

Y en torno al nuevo vestuario de Minnie Mouse, no falta algo de cursilería. Stella McCartney ha señalado: “Estoy encantada de trabajar con la única, icónica e inigualable Minnie Mouse. He diseñado un conjunto personalizado para ella para celebrar el 30 aniversario de Disneyland París. Minnie siempre ha tenido un lugar especial en mi corazón. Compartimos los mismos valores. Lo que me encanta de ella es que encarna la felicidad, la libre expresión, la autenticidad… y con ello inspira a personas de todas las edades en todo el mundo. ¡Además tiene un estilazo!”. 

La polémica ha estallado y ha llegado a las redes sociales, donde muchos tuiteros hacen gala de su sentido del humor. Eso sí, la periodista progre Almudena Ariza, que trabaja para RTVE, ha subrayado el cambio de vestuario histórico como progreso y que lo estrenará en marzo, “el mes de la mujer”, al mismo tiempo que ha difundido las críticas de “la cadena conservadora Fox”, donde no le ha gustado nada que se afirmaran cosas como: “están destruyendo el tejido de nuestra sociedad” o “la izquierda no descansará hasta dejarnos sin dibujos animados”. 

No hay que olvidar que Disney es un gran discípulo del NOM, y por tanto, también de lo políticamente correcto, pese a que esto a veces suponga caer en la idiocia: señaló las películas Dumbo, Peter PanLos Aristogatos y La dama y el vagabundo por racistas y decidió bloquear las tres primeras a los menores de siete años. Por dicho discipulado, sus contenidos ya no son tan inocentes como deberían, sino que más bien se han convertido en adoctrinamiento o lo que el líder de Vox, Santiago Abascal, ha referido como “corrupción de menores”. De hecho, la agenda LGTB se puede ver en numerosos ejemplos y se ha reconocido oficialmente por parte de la factoría de Mickey Mouse, que también adolece de falta de ideas porque sigue sacando tajada de La Guerra de las Galaxias, de los superhéroes de Marvel y de sus clásicos animados. Esto último, se puede ver en las versiones en carne y hueso (conocidas como ‘live action’ -acción real- en el sector) que ha sacado de La Bella y la Bestia, Cenicienta, El Rey León, MulánEl libro de la selva, La dama y el vagabundo, Aladdín, Dumbo, o Alicia en el país de las maravillas, entre otras; pero también en El regreso de Mary Poppins o en Maléfica 2. Y ojo, porque ha entrado en la guerra del streaming con Disney+ y ahora también se dedica a público adulto: por ejemplo, ha adquirido para España la docuserie En el nombre de ellas sobre el caso del fotógrafo Kote Cabezudo, acusado de abusos sexuales a modelos que está a la espera de juicio, y que emitirá la marca de contenido adulto de Disney+ (Star).