The Walt Disney Company, como ya ha contado Hispanidad en múltiples ocasiones, está lejos de lo que era antaño y de ofrecer contenidos tan inocentes como deberían, dado que su público principal son los niños. Ahora le va más la ideología de género, “corrupción de los menores”, que diría el líder de Vox, Santiago Abascal, convirtiendo los contenidos en adoctrinamiento feminista y de ideología de género. Y ojo, porque pretende aún más agenda LGTB y más feminismo, tras los flojos resultados obtenidos en su último año fiscal.

Al tiempo, contará con una mujer en el cargo de presidente, como se puede ver en el anuncio de que tendrá la primera presidenta de su historia y que se declara lesbiana. Así figura en su perfil de Wikipedia, donde se dice que es "abiertamente lesbiana"

Se trata de Susan E. Arnold, una mujer de negocios estadounidense nacida en 1954 en Pittsburgh (Pensilvania), que cuenta con una licenciatura en artes y una maestría en administración de empresas. Esta ejecutiva forma parte del consejo de administración de Disney desde hace 14 años, trabaja en el fondo de inversión estadounidense The Carlyle Group (segundo propietario de Cepsa, tras el fondo soberano de Abu Dabi, entre otras inversiones) desde 2013 y antes estuvo en la multinacional estadounidense de bienes de consumo Procter & Gamble (P&G), donde trabajó entre 1980 y 2009, llegando a ocupar la presidencia los dos últimos años de dicho periodo.

“En nombre de la junta, me gustaría expresar mi más profundo agradecimiento a Bob Iger por su extraordinario liderazgo durante la última década y media”, señala Arnold, destacando que llevó a Disney “a alturas asombrosas tanto creativa como financieramente, con su clara visión estratégica”. Entre esas alturas está haber convertido a Disney en un puntal del NOM

El próximo 31 de diciembre, Susan E. Arnold relevará a Robert A. Iger en la presidencia del gigante estadounidense del entretenimiento, siendo la primera mujer en alcanzar dicha posición desde que la empresa se fundó en 1923. “Al asumir este nuevo cargo como presidenta de la junta, espero continuar sirviendo a los intereses a largo plazo de los accionistas de Disney y trabajando en estrecha colaboración con el consejero delegado, Bob Chapek”, ha señalado Arnold. “En nombre de la junta, me gustaría expresar mi más profundo agradecimiento a Bob Iger por su extraordinario liderazgo durante la última década y media”, ha añadido, destacando que este llevó a Disney “a alturas asombrosas tanto creativa como financieramente, con su clara visión estratégica”.

Unas alturas que también han supuesto que la factoría de Mickey Mouse se haya convertido en un gran discípulo del Nuevo Orden Mundial (NOM), como demuestra su apuesta por la ideología de género (feminismo y homosexualismo) y por el ateísmo (mucho panteísmo y nada de Dios personal). Recuerden que Iger dirigió el gigante estadounidense de ocio y entretenimiento entre 2005 y 2020 como consejero delegado, cargo que dejó el año pasado en manos de Chapek, pasando a ser presidente ejecutivo, pero ahora ha decidido dar un nuevo relevo y la elegida ha sido Arnold: “Susan es una ejecutiva increíblemente respetada, la integridad y el juicio experto han sido invaluables para la compañía desde que se unió a la junta directiva en 2007”, ha señalado Iger en un comunicado. “Estoy seguro de que la compañía está bien posicionada para el éxito continuo bajo su guía y liderazgo”, ha añadido.

Estoy seguro de que la compañía está bien posicionada para el éxito continuo bajo su guía y liderazgo”, afirma Iger sobre su sucesora. Es decir, no se esperan cambios en la estrategia: agenda LGTB y feminismo

Susan E. Arnold es una de las mujeres más poderosas del mundo, según la revista Forbes, y también figura en la lista menos conocida de mamás lesbianas más poderosas del mundo, como ha destacado la revista Marie Claire. De hecho, tiene dos hijos (Mark y Sarah) con su compañera Diana Salter, una de las máximas directoras de P&G. En la década de los 90, que Arnold empezó como directora del negocio de cosméticos de P&G en Canadá y finalizó desempeñando la responsabilidad global de belleza, la multinacional fue atacada por grupos conservadores preocupados de que los anuncios de los productos promovieran “el estilo de vida homosexual”.

Paralelamente, no se puede olvidar que Disney también es un gran discípulo de lo políticamente correcto, a pesar de que a veces le suponga caer en la idiocia: señaló las películas Dumbo, Peter PanLos Aristogatos y La Dama y el vagabundo por racistas y decidió bloquear las tres primeras a los menores de siete años.  Eso sí, la progre ha rectificado y se ha opuesto a la vacunación obligatoria de empleados (cuando ya tiene al 90% del personal del parque de Florida vacunado, claro está), pero a la vez exigirá vacunas a menores de 5 años en los cruceros. Y ojo, porque hay otro hecho que demuestra que los más peques de la casa le dan un poco igual y ahora se centra más en adultos: la plataforma de streaming Disney+ ha adquirido para España la docuserie En el nombre de ellas sobre el caso del fotógrafo Kote Cabezudo, acusado de abusos sexuales a modelos que está a la espera de juicio, y que emitirá la marca de contenido adulto de Disney+ (Star).