Se ha impuesto la vacunación de tal modo que ni tan siquiera se permite hablar, ni tan siquiera discrepar o debatir, sobre los efectos secundarios de las vacunas Covid. Eso es negacionismo.

Pero los hechos son tercos y la verdad mucho más. Poco a poco, van surgiendo noticias que hablan de consecuencias no deseadas aunque, por el momento, no se ha elevado la anécdota a categoría. No hemos pasado de: se han producido tantos efectos secundarios en tantas personas, al se producen estas consecuencias en todas las personas.  

En cualquier caso, en el Ibex 35 no se habla ahora de otra cosa: ¿obligamos a los trabajadores a vacunarse o bien a pagar de continuo los PCR?    

Pues sepan que los juristas no lo tienen claro. Bueno: sí lo tienen: saben que la vacunación obligatoria s una barbaridad y una ilegalidad.