El presente dibujo de la madrileña Tina Walls es el mejor resumen, mucho mejor que mi crónica sobre la elevación, en Francia, del aborto a la categoría de derecho constitucional. La estética no es un complemento de la ética sino el argumento, las más de las veces gráfico, que demuestra su veracidad.

La Virgen María aparece investida en la bandera tricolor francesa y llora al verse rodeada de los bebés muertos que aparecen a sus pies. Es el derecho a matar, que Emmanuel ‘Lolito’ Macron, con el apoyo entusiasta de la derecha francesa y de Marine Le Pen, acaba de instaurar en Francia y que la sinsentido de Yolanda Díaz ya ha reclamado para España: constitucionalizar el derecho al aborto.

Desde que colocó este magnífico apunte en su perfil, la autora no ha dejado de recibir insultos a través de la Red. Ya saben: “Os expulsarán de las sinagogas, porque viene la hora cuando cualquiera que os mate pensará que está rindiendo un servicio a Dios” (Jn 16,2).

Lo cierto es que estamos al final de una era, yo así lo creo, pero me es igual si es el final o el principio: en lo que casi todos estamos de acuerdo es en que vivimos tiempos extraordinariamente especiales. Vemos que lo que nos ocurre no es normal y que ni España, ni Europa, ni el mundo pueden aguantar este ritmo frenético de violencia y de desesperación, tanto en zonas de guerra como en zonas de paz. Lo que ocurre no es normal. El aborto ya no es algo penalizable, es un derecho con rango constitucional. Esto no es normal: estamos tocando fondo... y el dibujo de Tina Walls así lo demuestra. 

El domingo 10, todos a la manifestación provida de Madrid. Comenzará a las 12 horas, en la calle Serrano (esquina con calle Goya) hasta el Paseo de Recoletos, 18, recorriendo las calles Serrano, Alcalá y Paseo de Recoletos.