Comenzamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos en Filipinas, donde persiste la persecución a la iglesia católica por oponerse a los “escuadrones de la muerte” que asesinaban a personas vinculadas con el narcotráfico... y a sacerdotes, recoge Religión en Libertad

En 2018 se recrudeció el conflicto del gobierno contra la Iglesia. Todo comenzó con graves insultos y acusaciones por parte del expresidente Rodrigo Duterte. Las "listas negras" de sacerdotes que debían asesinar los escuadrones de la muerte no tardaron en llegar.

Uno de los que se opone a esos asesinatos es el sacerdote español Darío Marote, misionero de la Comunidad servidores del Evangelio de la Misericordia desde hace cuarenta años y que conoce vivamente la realidad de Filipinas, su actual hogar. Marote explica a La Gaceta de Salamanca: "En nuestra archidiócesis de Pangasinán fueron asesinados tres sacerdotes. Los sacerdotes y religiosos somos perseguidos y asesinados solo por criticar y denunciar a los escuadrones de la muerte que matan a jóvenes de la calle a sangre fría”. "No tengo miedo. Es nuestra misión y nuestra vida está para entregarla. Somos misioneros y queremos seguir viviendo siendo misioneros".

Sobre los autores del crimen, los escuadrones de la muerte, Marote señala: "Van en motocicletas con metralletas y sin ningún tipo de juicio, declaración o arresto asesinan a sangre fría a jóvenes. Hemos visto y sufrido a jóvenes que han sido matados y asesinados en nuestras propias casas, igual que sacerdotes y obispos que los han defendido".

¡Cuánta ignorancia, cuánta mentira y cuánto cinismo! Un dictador dando lecciones de democracia

Y nos ocupamos ahora de la persecución a la iglesia católica en Nicaragua. Mons. Silvio Báez, Obispo Auxiliar de Managua y exiliado en Estados Unidos, respondió a los más recientes insultos y ataques del dictador Daniel Ortega, a quien calificó de “corrupto y criminal”, recoge Aciprensa

Por medio de su cuenta de Twitter, dijo: “¡Cuánta ignorancia, cuánta mentira y cuánto cinismo! Un dictador dando lecciones de democracia”. Estamos ante “alguien que ejerce en forma ilegítima el poder, criticando la autoridad que Jesús otorgó a su Iglesia; un ateo, corrupto y criminal, confesándose inspirado por Cristo”, denunció Mons. Báez, en referencia a Ortega.

El dictador nicaragüense arremetió recientemente contra la Iglesia Católica. Dijo haber sido formado en el catolicismo y resaltó que Cristo “vive en los pueblos cristianos, no por el ejemplo que puedan dar los curas, los obispos y los cardenales y los papas, que son una mafia”.

Tras acusar de “crímenes” a la Iglesia y al Vaticano, Ortega cuestionó: “¿Qué respeto les puedo tener yo a los obispos que conocí aquí en Nicaragua, si eran somocistas? Yo era un niño cuando pasó el funeral de Somoza, donde iban los señores obispos, enterrando a Somoza como un príncipe, como un cardenal de la Iglesia, simplemente porque Somoza era un esbirro, que le daba todas las facilidades a la Iglesia”.