La Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE) y el Katholisches Büro de Berlín han publicado conjuntamente una declaración en la que expresan su profunda preocupación por el borrador de la posición del Parlamento Europeo sobre el Reglamento SoHO, que tratará sobre el futuro manejo de la vida humana prenatal en la legislación europea en trasplantes y en la actividad farmacéutica, ha informado la COMECE. 

Los miembros del Parlamento Europeo están llamados a votar sobre el proyecto y las enmiendas presentadas preparadas por la Comisión ENVI sobre el futuro Reglamento sobre ‘Normas de calidad y seguridad para sustancias de origen humano destinadas al uso humano’, también conocido como Reglamento SoHO.

La Secretaría de la COMECE, en colaboración con el Katholisches Büro de Berlín, expresa profunda preocupación por las posibles consecuencias de la amplia definición de "sustancia humana" descrita en el borrador, que podría incluir embriones y fetos humanos.

“El peligro reside en la posibilidad de que tal definición pueda degradar la dignidad y el valor de la vida humana, creando una equivalencia inaceptable entre embriones y fetos y simples células cutáneas o plasma sanguíneo”, explica Manuel Barrios Prieto, secretario general de la COMECE.

Además, la declaración conjunta plantea dudas sobre el artículo 58 del proyecto. Si se aprueba, este artículo permitiría y exigiría pruebas genéticas preliminares en embriones y fetos, lo que potencialmente allanaría el camino para la selección de vida, es decir, a la eugenesia. 

Así las cosas, la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE) deja clara su postura: el embrión humano es una persona y los desde el mismo momento de la fecundación. Y desde ese mismo momento —aunque en su origen conste de unas pocas células— posee una dignidad humana incompatible con su utilización para fines médicos, de investigación o farmacéuticos. 

Y recordemos también que, por la misma razón, el embrión es un ser humano, la iglesia católica prohíbe la Fecundación In Vitro en los puntos 2375, 2376, 2377, 2378 y 2379 del catecismo.