"Barrios unidos contra el racismo y los desahucios", bajo este lema se concentraron unas 500 personas en las calles de Mataró. La protesta fue convocada por más de una veintena de entidades vecinales, sindicales y colectivos de personas migrantes, entre ellos el Sindicat d’Habitatge de Mataró, diversas asociaciones de madres y padres y Mataró LGTBI.

Los portavoces de la manifestación criticaron al gobierno municipal (PSC y En Comú Podem), al que acusaron de “adoptar discursos propios de la extrema derecha” y de “normalizar el racismo”, en referencia a la presencia de Vox en actos anteriores y a las declaraciones del alcalde David Bote, que calificó al Sindicat de “extremistas” y los comparó con la formación de ultraderecha.

Vox añade que los manifestantes exigían una casa gratis y una pensión de 1.500 euros, es decir, derechos consolidados. Unos derechos que, por otra parte, conllevarían un importante efecto llamada. 

 

Mientras, más de un centenar de vecinos de Mataró se manifestaban recientemente en el barrio de Cerdañola de la localidad catalana, para reclamar el fin de las ocupaciones y de los disturbios que durante el último mes han «roto la convivencia». La protesta, convocada por la Plataforma Vecinal por la Seguridad de Mataró con el apoyo de Vox. Durante la marcha ha habido constantes peticiones de dimisión del alcalde David Bote y la concejala de Seguridad, Núria Moreno (ambos del PSC-PC, grupo municipal de los Socialistas de Cataluña (PSC), junto con el grupo de Convergència i Demogràcia (CiU) que ahora es el Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT)) a quienes exigen más vigilancia policial.