Recientemente Carmen Calvo participaba en una conferencia sobre «La necesidad de memoria democrática hoy», organizada por UGT Madrid, la Escuela Julián Besteiro y la Fundación Progreso y Cultura.

De sus palabras se deduce que si Pedro Sánchez pasará a la Historia por haber exhumado a Franco, la exvicepresidenta no se queda atrás: «Con un equipo de cuatro juristas sacamos a Franco porque nos habían tocado la fibra como juristas, luchamos contra la Fundación Franco, la familia Franco y los togados de este país, contra todas aquellas trampas jurídicas, que aquello era de suspense...», explica. Por eso dice Calvo eso de que tiene, ni más ni menos, que "el cielo ganado". (Aquí la intervención completa de la exvicepresidenta).

En la charla, moderada por María Sáinz Martín, secretaria regional de Igualdad del PSOE-M, hubo una referencia al «logro» que -publica La Razón- supone que en la Ley de Memoria Democrática incluya «perspectiva de género, porque no lo había habido antes».  «A las mujeres nos pasaron cosas terribles. La represión fue dura, pero lo peor... miles y miles de mujeres se quedaron solas o viudas con los hijos, en entornos hostiles,... el sufrimiento de esas mujeres es descomunal, porque quien paga con su vida es terrible, pero su padecimiento ha durado 30, 40 o 50 años... ¿cómo las reparamos?». Y refiere que «una amiga médica» le «dijo que en los años 60 a las mujeres se les quitaba la vesícula; hubo miles de operaciones». Según Calvo, «es un órgano que se inflama mucho y tiene que ver con la impotencia, la tristeza... los nervios. A esas mujeres se les quitó la vesícula a casi todas, intentando que ya nadie se acordara de lo que habían padecido». Ten cuidado Carmen, que tú también sufres mucho...

La preocupación de Calvo es tal que quiere que hasta los más jóvenes aprendan de esta parte de la historia de España: «Somos el único país del mundo en el que hay desaparecidos, que hasta Chile y Argentina lo han hecho mejor que nosotros, y para que esto no vuelva a pasar los que mejor tienen que saberlo son los niños y las niñas». ¡Carmen, vuelve!