Comenzamos esta crónica semanal de la persecución a los cristianos en Burkina Faso, donde al menos 14 personas han sido asesinadas mientras se celebraba el servicio religioso dominical en una iglesia protestante en Hantoukoura, en el este del país. Según las autoridades locales, un grupo armado entró en la iglesia alrededor del mediodía del domingo 1 de diciembre y abrieron fuego. El pastor y algunos niños murieron en el tiroteo, mientras que varias personas resultaron heridas, informa Fides.

Se trata del enésimo ataque contra lugares de culto cristianos y musulmanes, como parte de una estrategia denunciada por el presidente de Burkina Faso, Roch Kaboré y por los obispos locales, con la intención de provocar una guerra confesional.

Varios líderes religiosos cristianos, católicos y protestantes, han sido asesinados en homicidios selectivos en los últimos meses, así como varios imanes, en el norte del país desde el comienzo de los ataques hace unos cuatro años.

Varios líderes religiosos cristianos, católicos y protestantes, han sido asesinados en homicidios selectivos en los últimos meses

Desde hace algunos años, Mali, Níger y algunas partes de Chad y Nigeria sufren asaltos por parte de varios grupos yihadistas. Burkina Faso está en el centro de la mira de estos grupos según una estrategia muy precisa: minar la coexistencia pacífica entre diferentes comunidades religiosas y provocar conflictos intercomunitarios. Burkina Faso ha sido un ejemplo de esta coexistencia pacífica para todos los estados de la región. Sumergir este país en el caos socavaría la seguridad del Sahel y sus alrededores.

Y de África a China, donde un templo católico en Ji'an, en la provincia de Jiangxi, se convirtió en uno de los ejemplos más notorios del intento de control de los católicos por parte de las autoridades comunistas. Recientemente construido con las aportaciones voluntarias de los creyentes, la edificación ha pasado a ser un lugar de culto de los líderes civiles y las instituciones políticas gracias a la intervención de las autoridades, recogió Infocatólica.

«A finales de septiembre, los funcionarios locales ordenaron a la congregación que pintara el letrero con el nombre de la iglesia y lo reemplazara con ‘Sigue al Partido, obedece al Partido y sé agradecido con el Partido’, y exhibieran la bandera nacional en la entrada», denunció la revista especializada en libertad religiosa Bitter Winter. Este es el clímax de una campaña de persecución que se inició poco después de concluidos los trabajos de edificación del templo.

Lo que más ha dolido a las congregaciones fue la eliminación de una pintura de la Virgen María con el Niño Jesús, que luego se desechó en un rincón oscuro de la iglesia. A cambio, les dejaron un retrato del presidente Xi Jinping

Pero las autoridades locales no se limitaron a intervenir sobre el exterior del lugar de culto. «Lo que más ha dolido a las congregaciones fue la eliminación de una pintura de la Virgen María con el Niño Jesús, que luego se desechó en un rincón oscuro de la iglesia. A cambio, un retrato del presidente Xi Jinping fue colgado en el centro de una de las paredes, rodeado de eslóganes de propaganda en ambos lados», reportó el medio de comunicación. La afrenta fue culminada con la incautación de las llaves de la edificación y la clausura de sus puertas y ventanas para que la feligresía no pueda hacer uso del mismo.

Un caso similar se registró en septiembre en un lugar de reunión empleado por católicos clandestinos en el condado de Poyang de esa misma provincia. Las autoridades comunistas forzaron el retiro de una Cruz, una imagen de la Santísima Virgen y pendones religiosos e instalaron en su lugar fotografías de Xi Jinping y Mao Zedong. Los miembros de la comunidad afirmaron preferir tener que rendir culto a Dios en sus hogares que unirse a una comunidad de fieles bajo el control de las autoridades.