Uno de los casos que más polémica ha suscitado en torno a las competiciones de mujeres con deportistas trans, ha sido el de la nadadora Lia Thomas -antes Will-. Y es que, la Federación Internacional (FINA) de natación propuso una nueva categoría para acoger a los transgénero, dado que las nadadoras que competían con Thomas se niegan a competir con deportistas transgénero que superan sus posibilidades por una simple cuestión biológica: son hombres. 

Primero fue la natación pero después deportistas de muchos otros ámbitos como fútbol, atletismo o rugby se sumaron a las protestas y reivindicaciones. Ahora la polémica llega al atletismo en Italia y el surf. 

El campeonato máster del país transalpino se disputó hace unos días y se batió un nuevo récord en la prueba femenina de los 200 metros de pista cubierta, noticia que debería haber sido motivo de alegria para el mundo del deporte, pero no ha sido así, y es que quien superó la marca fue Valentina Petrillo, antes conocida como Fabrizio, una atleta transexual. La velocista corrió en 26.27, un tiempo que nunca antes ninguna mujer había logrado en tal distancia.

Petrillo le comonicó a su esposa e hijo que se sentía mujer e inició hace unos años su cambio de sexo, desde entonces compite en categoría femenina.

Más de 30 atletas italianas firmaron una petición en la que plantean la cuestión de su superioridad física, algo que hace "injusta la competición": "Mantiene características masculinas que atentan contra los principios de lealtad y de equidad en la base de toda competición deportiva. Si quiere competir con nosotras no tenemos ningún problema, pero que no sea por títulos".

"No sentí que competí como una igual. Era mi carrera, mi objetivo para la temporada. Llevaba mucho tiempo preparándolo y quería ganar", asegura una de sus rivales.

En el mismo sentido, la famosa surfista Bethany Hamilton ha anunciado que no competirá si los transgénero pueden hacerlo como mujeres. Bethany es conocida por competir al máximo nivel y acumular numerosos premios, llegando a posicionarse como segunda en el ránking mundial, pese a que a los 13 años perdió un brazo por el ataque de un tiburón. 

El reglamento de la World Surf League, el organismo rector del surf profesional, deja a los deportistas transgénero participar en competiciones femeninas con el único requisito de pasar un año de controles hormonales de testosterona. Algo que no convence a muchas de las participantes, Hamilton lo ha denunciado en un comunicado y ha anunciado que se compromete a ser la portavoz de todas esas mujeres "que no apoyan esta nueva regla y temen ser condenadas al ostracismo si hablan". 

Hamilton ha cuestionado: "¿Se le ha preguntado a los surfistas de la World Surf League qué piensan sobre esta norma? ¿Es un nivel hormonal una descripción honesta y precisa de que alguien es hombre o mujer? ¿Esto es lo mejor para el deporte del surf y para las mujeres del surf? ¿Si es así, cómo? ¿Por qué la WSL menciona a los trans que compiten con las mujeres y no a las mujeres trans que compiten con hombres?".