El ministro de Fomento abogaba por subidas de impuestos para las rentas superiores a los 50.000 euros

Lo de Blanco ha sido un ridículo espantoso. No se entiende por qué es él quien lanza el globo sonda en plenas vacaciones mientras que Salgado permanece desaparecida. No se entiende tampoco por qué interviene para concretar la subida de los impuestos a los ricos. Pero lo hace, en el periódico de su pueblo, El Progreso de Lugo, para afirmar que habrá subida de impuestos para todos aquellos que ganen más de 50.000 euros.

Pero héte aquí que el presidente le desautoriza el viernes afirmando que no habrá subidas en el IRPF. Así que la entrevista, concedida el miércoles sale publicada el domingo descontextualizada. ¡Qué faena! Así que Blanco se ve obligado a enviar una nota afirmando que donde dijo digo, dice Diego, que del miércoles al viernes la situación ha cambiado y que en ningún caso se tocará ningún tramo específico del IRPF. ¡Menudos papelones le hace comerse Zapatero a su fiel escudero, Pepiño Blanco!