Zapatero no está de acuerdo con que la guerra de Iraq deba ser la clave de las elecciones europeas. Teme, con razón, de que tal cosa asiente la idea, ya bastante extendida, de que sólo es presiente gracias al crimen colectivo del 11-M.

 

Pero José Borrell, cabeza de lista del PSOE para el Europarlamento, insiste en la idea de Felipe González: vencer el 13-J es, precisamente, la mejor forma de acallar a quienes en el Partido Popular, comisión parlamentaria por medio, aseguran que la única forma de legitimar el triunfo socialista del 11-M es vencer en junio, especialmente ahora, en el que Mariano Rajoy está más que dispuesto a arrojar la toalla.

 

Además, a Borrell le apoya José Blanco, el hombre del Partido. Por eso, no deja de repetir que la política sobre Iraq va a ser clave en el futuro enfrentamiento electoral. Borrell intenta volver a las tres jornadas que mediaron entre el 11 y el 14 de marzo. Tres jornadas para la historia: cómo un atentado logra cambiar un resultado electoral cantado. El semanario El Siglo, del que Borrell es articulista habitual, resume, por boca del interesado, la situación de esta forma: "Cada día es más evidente que la intervención militar americana en Iraq es una patada en un avispero". A buen entendedor…