No le soportan: Jesús Poveda lleva lustros luchando por los "santos inocentes de hoy": los niños abortados.

Y claro, la autoridad, es decir, la fuerza pública, tenía que cargar contra él. Ha sido detenido ni se sabe cuántas veces, pero no se asusta. Este tío, además de valores, tiene coraje.

Este es el juego entre quienes defienden la vida, víctimas, y quien ejecuta la muerte, que busca el apoyo de las Fuerzas de Seguridad y el BOE, dos realidades coercitivas.

Porque cobardes, lo que se dice cobardes, los aborteros lo son un rato largo. Sí, también hablo de la policía: cumple órdenes, pero hay formas y formas de cumplirlas.

La persecución educada de los cristianos se volverá agresiva, es decir, grosera. Tiempo al tiempo.

Eulogio López

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