Sin duda mucho más peligrosa que la colonización política o económica, porque la información es la cultura.

La rueda de prensa estrella en la jornada del martes 21, a cargo del primer ejecutivo de E.On, Wulf Bernotat resultaría aún más representativa. La información financiera está controlada por una serie de grandes agencias (ninguna española, claro, aunque tanto Efecom como Terra lo intentaron) anglosajonas (Reuters, Bloomberg, Dow Jones) más la casi francesa AFX. Entre ellas se reparten el papel de proporcionar información en tiempo real a toda la clase yupi, y, escarmentados del bajón que se produce en la información financiera, que a nadie interesa cuando la Bolsa cae, esas agencias al resto de la información. Han ampliado sus contenidos al mundo mundial, a todos los temas y todos los públicos

Por supuesto el aura de la que se rodean las tales agencias, vanguardia de la tecnología y espejo del rigor informativo, lo que leen, y escriben, los amos del universo, resulta cuando menos curioso. Lo de menos es la nacionalidad del redactor de estas agencias, sino el espíritu de las mismas. Con más que informadores: son infoyupis.

Ejemplo. Sucedió en la mencionada rueda de prensa, 11,30 de la mañana, Hotel Palace. Dos redactores de Bloomberg TV escuchan al primer ejecutivo de E.On. En esas pregunta un redactor de Intereconomía TV, y se identifica afirmando que fue el medio que lanzó la noticia. Entonces se produjo la barahúnda. Risas entre los amos del universo mediático, que no entre los representantes de medios españoles, mucho más solidarios y profesionales, al menos por lo que pude comprobar: ¿Cómo se atreve un medio español, una vulgar TV económica indígena, a arrogarse una exclusiva?

En ese momento, una redactora de B-TV, redactora on-line, por supuesto, escribe a sus compañeros en la pantalla del ordenador (los info-yupis van siempre armados de ordenador, naturalmente):

-¿Pero habéis visto lo del tío de Intereconomía?

Respuesta desde la central, por el mismo y muy digital e interactivo conducto :

-¿Y tú has oído las carcajadas de fondo?

Naturalmente, el infoyupi tiene que demostrar que sabe idiomas, además de dominar la jerga financiera (uno de los más estúpidos metalenguajes inventados por el hombre). Por eso gustan de preguntar en inglés, en Madrid, al ladico mismo del castizo barrio de las Letras, a un alemán, a pesar del estupendo equipo de traducción simultánea. Sus preguntas, naturalmente, nada tienen que ver ni con la empresa, ni con su actividad social, ni con las plantillas afectadas, ni con la actividad regulatoria (eso se lo dejan para la prensa indígena) sino con la cotización en bolsa del valor cotización que depende de todos esos elementos no estrictamente bursátiles de los que no tienen la menor idea.

El asunto llega a tal grado de insensatez que en la misma pantalla, cinco minutos después de las despectivas risitas, se lee:

-¿Cómo se dice Chief investor en español?

Respuesta de la presunta redactora, española, especializada en finanzas:

-No sé, puede que sea jefe de de inversión, o director de inversiones.

Pues no, rica, el equivalente más lógico en España es el Director de Estrategia, aunque las inversiones son algo demasiado importante para dejarlo en manos de un Ejecutivo y las decide el Comité de Dirección o el propio Consejo de Administración.

Por cierto, Roma no paga traidores. En la rueda de prensa, el rubicundo Bernotat menospreció a Intereconomía TV, pero al terminar la reunión, tras no contestar a ninguna pregunta delicada de cuantas se le habían hecho, respondió al compañero de la hilarante redactora de la hilarante agencia, quien le requería unas palabras, a la germana: ¡NO!

Afortunadamente, cada equis tiempo la bolsa se cae, como ocurre con todo castillo de naipes. Entonces se producen unos cuantos suicidios y la gente, salvo los profesionales de la especulación bursátil, o los intermediarios financieros de mercados, pueden suprimir las suscrición a Reuters, Bloomberg, etc, y se dedican a producir, actividad donde se gana menos que en la especulación, pero donde se gana de una forma decente.

Eulogio López