• Felipe VI: "Unidos tenemos mucho que ofrecer". Y Mariano Rajoy dice sobre Venezuela que a él le gusta "la democracia".
  • El presidente español también se refirió a la dictadura cubana: "El mundo algo ha cambiado desde la revolución del 59".
  • Pero Rajoy se queda siempre en la economía y no profundiza en los valores hispanos.
La XXIV Cumbre Iberoamericana ha arrancado este lunes en la ciudad mexicana de Veracruz con las ausencias de los presidentes de Argentina, Brasil, Cuba, Bolivia, Venezuela y Nicaragua.

Es decir, con las ausencias de los líderes que no creen en los valores comunes de Hispanoamérica, valores que llevó España hace 500 años y con los que fundó la región: la igualdad entre todos los hombres basada en la filiación divina que enseña el Evangelio de Jesucristo. Lo dijo Isabel la Católica en su testamento.

Y aunque decir eso les queda un poco lejos tanto al Rey de España Felipe VI como al presidente del Gobierno español Mariano Rajoy, al menos ambos han tratado de unir y no dividir, lo cual es ya un valor en sí mismo.

Por ejemplo, Felipe VI reivindicó la identidad de lo iberoamericano, que, dijo, existe per se y es anterior a las cumbres que desde hace 23 años reúnen a los líderes de Hispanoamérica con los de la Península Ibérica (España, Portugal y Andorra). El Rey pronunció estas palabras un día después de que el presidente de Bolivia, Evo Morales, (ausente en la cumbre) calificara estas citas de invento de España en beneficio propio.

Para Morales, la Cumbre Iberoamericana la fundaron "especialmente los monarcas de España, Europa, para sus propios intereses".

Sin embargo, el Rey defendió que los iberoamericanos constituyen una "comunidad" que comparte toda una serie de "elementos identitarios como la lengua y la cultura" y "han tejido una red de relaciones familiares y sociales que no se encuentran en otras partes del mundo".

"Universidades, fundaciones, empresas, gremios profesionales, intelectuales y artistas han construido un complejo entramado hecho de cooperación e intereses", defendió Felipe VI en la entrega de los premios "México" de Ciencia y Tecnología, junto a la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, el de México, Enrique Peña Nieto, el de Perú, Ollanta Humala y el de Uruguay, José Mujica.

Además, el Rey situó al sistema institucional iberoamericano, las Conferencias y las Cumbres, como un punto de encuentro donde compartir experiencias, intercambiar visiones y con el que proyectarse en el mundo.

Valores humanos como la tolerancia y la solidaridad conforman la cultura que comparte Iberoamérica, defendió Felipe VI: "Unidos tenemos mucho que ofrecer".

Por su parte, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, señaló que "España, por historia y por voluntad, es no sólo parte integrante sino activa y comprometida de la comunidad iberoamericana de naciones y, en consonancia con este compromiso,  apuesta por unas relaciones económicas que cada vez acerquen más nuestros tejidos productivos y nuestras sociedades".

El presidente español destacó la importancia de los lazos que unen a España e Iberoamérica, "que se afianzan en nuestro día a día y, sobre todo, están llamados a fortalecerse en el futuro. El peso creciente de la comunidad latinoamericana es una realidad diaria y constatable en su importancia en la economía internacional, también en su apertura no menos visible en el comercio mundial y en las propias mejoras de sus sociedades en términos de progreso y de bienestar".

La pena es que Rajoy se queda siempre en la economía  y no va más allá, es decir, no profundiza en los valores hispánicos.

Aunque, eso sí, en una entrevista televisiva en México se refirió a las tirantes relaciones que mantiene con el Gobierno de Venezuela de Nicolás Maduro. El presidente español señaló que él procura tener "las mejores relaciones posibles" y que va a seguir intentándolo. "Pero a mí me gusta la democracia y tengo derecho a que me guste".

Y respecto a la dictadura cubana, Rajoy se limitó a señalar que "el mundo algo ha cambiado" desde la revolución cubana del 59 que terminó con la dictadura del general Batista y desembocó en el régimen castrista.

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com