Sentimental comedia negra alrededor de la muerte, la vida y el amor. Su argumento narra la historia de dos hermanos, el suicida Wilbur y el optimista Harbour, y de Alice, una joven solitaria. Wilbur, a pesar de poseer ingenio y un gran atractivo para las mujeres, no encuentra ninguna razón para vivir: está demasiado pendiente de sí mismo. Frente a él, su hermano Harbour es todo lo contrario: un ser generoso para quien el hecho de ocuparse de la felicidad de Wilbur es su principal cometido en esta vida. Estos dos excéntricos hermanos, que están en la treintena, viven en Glasgow, donde han heredado de su padre una destartalada librería. El amor se cruza en sus vidas cuando conocen a la encantadora Alice, una madre soltera.

 

    La directora danesa Lone Scherfic vuelve a retomar, en Wilburg se quiere suicidar, el tema de la soledad al igual que hiciera su aclamada película Italiano para principiantes.

 

    La película, a pesar de contar con secuencias magistrales (atención al insólito ahorcamiento de Wilburg), es una película en la que se aprecia la mentalidad nórdica. Es cierto que gira sobre EL AMOR con mayúsculas (entre hombre y mujer, entre hermanos, entre padres e hijos), pero, en contrapartida y como parte negativa,  justifica asuntos tan serios como la eutanasia y la infidelidad.

 

    Por todo ello, Wilburg se quiere suicidar es una película conmovedora pero no redonda, apta para un público adulto que sepa ver "las pegas" del film.