Sr. Director:

Ante el dolor que todos, y muy especialmente las familias de los fallecidos, sentimos tras los sucesos del Metro de Valencia, es inevitable preguntarnos ¿qué sentido tiene este sufrimiento? ¿Por qué esta tragedia justo la semana en que Valencia se preparaba para la alegría de la visita del Papa?

Sean cuales fueran las causas inmediatas, los cristianos no podemos olvidar que si Dios ha consentido este suceso justo en esta semana bien puede ser para recordarnos que, en este mundo, el camino del gozo pasa necesariamente por la Cruz. Los fallecidos eran en su mayoría jóvenes, buena gente que podría haber hecho mucho bien. Pero también era joven y bueno Jesucristo cuando aceptó morir en la cruz para que todos pudiésemos salvarnos. Estoy seguro de que las oraciones de todos habrán ayudado a los fallecidos en su tránsito a la otra vida. Y que su muerte ayudará a los peregrinos a prepararse para acoger la voluntad de Dios con más humildad.

Soy consciente de que muchos españoles no compartirán este mensaje. Respeto profundamente sus sentimientos, pues sé que, como en tiempos de San Pablo, la Cruz sigue siendo necedad para los griegos (los ateos y agnósticos) y escándalo para los judíos (los que creen que Dios no debería consentir ningún sufrimiento inocente). Pero no puedo dejar de ofrecerles la verdad que me han transmitido por si les sirve de algo.

Bartolomé Cuerda

bartolomecuerda@yahoo.com