Al final, el pulso ha acabado en tablas. La cúpula de la multinacional alemana acepta que el próximo presidente de Siemens España no sea Pedro Hernández, su candidato, por la frontal oposición de Eduardo Montes, que hasta ahora ocupaba su cargo y que desde el 1 de abril dirige la división de Telecomunicaciones de Siemens en la central de Münich. Ahora bien, a cambio, a Montes se le ha hecho saber que en Alemania no sucede como en España, donde el presidente nombra a su sucesor. No será Hernández en efecto, conocido por sus malos modos, pero favorito de los germanos- pero tampoco lo nombrará Montes. Ahora mismo, se barajan dos posibilidades: o acudir a cazatalentos y traer un externo o importar a un hispanoamericano de la propia compañía.

En cualquier caso, la disputa entre Hernández y Montes está a punto de provocar que ningún español presida Siemens España. A eso se le llama cainismo.