Sr. Director:
En su artículo sobre liberalismo (en lo económico) y cristianismo,  en el que asevera que desde la comprensión neoclásica de la ciencia económica se termina en la aceptación del sistema parlamentario, se halla la clave para comprender las razones de la disensión de los tradicionalistas.

Aceptar el juego exige aceptar sus resultados. Así, los demócratas están obligados a sumarse al coro de las populares melodías "lo importante es que aumente la participación" y "ésta es la fiesta de la democracia" (dos habituales éxitos) aun cuando el resultado sea poner a un pistolero al frente de una institución o la misma desmembración de España.

Un sistema que aparca la moral a un lado como cosa privada solo puede tener como resultado esta corrupción. Algunos nombres que encabezan estas noticias, estoy seguro, mantienen en lo privado una exquisita moralidad que no trasladan a lo público. Exigencias del sistema.

Antes se llamaba "trágala".

José Bustinza