Sr. Director:
Los candidatos socialistas en las Comunidades Autónomas en las que no gobiernan anuncian con toda presteza y conclusión las medidas urgentes que adoptarían en caso de ganar las elecciones.

 

Así por ejemplo, le preguntan a Trinidad Jiménez en un periódico: ¿Cuál sería su primera decisión como presidenta? Respuesta inmediata de la rival de Tomás Gómez en las primarias: La tengo muy pensada. Convocar a los sindicatos y empresarios para poner en marcha un plan de empleo que contenga un proyecto específico para los jóvenes y para los parados de larga duración.

No lo duda un instante y hay que reconocer que la prioridad es más que razonable e imprescindible de atender; el objetivo de Trinidad Jiménez no puede ser más compartido y cercano a las preocupaciones más importantes de los ciudadanos, la primera de sus inquietudes con mucha diferencia sobre el resto.

Lo que rechina de una forma desvergonzada es que Trinidad Jiménez fuera ministra del Gobierno de Zapatero a la vez que aspirante a la Comunidad de Madrid. ¿Por qué no convoca entonces a los sindicatos y empresarios y hace algo, plan, proyecto o lo que sea, para combatir el paro y prestar especial atención a los jóvenes y a aquellos que más tiempo llevan en el desempleo? Si tan claro lo tiene, si tanta sensibilidad demuestra, si tanto ánimo le infunde el poder, ¿por qué diantres no hace lo que predica desde su privilegiada posición política?

¿Por qué no nos enseña el camino de la creación de empleo sin necesidad de esperar a ganar unas futuras elecciones autonómicas? ¿Cómo se come esta colosal incongruencia? Como dice el refrán consejos vendo pero para mí no tengo.

JD Mez Madrid