• El plan global del nuevo Ceo, Javier Marín, potenciará la banca personal.
  • Ana Patricia Botín sigue siendo el delfín para suceder a su padre, que cumple 80 años en octubre.
  • Y a ella le gusta la banca privada y la banca de inversión.
  • El plan se presenta tres días antes de la Junta General de Accionistas que deberá aprobar las cuentas del pasado ejercicio.
  • Eso sí, según fuentes del Consejo del Santander, no se prevén cambios en la estructura directiva, aunque cuando cambias el modelo acabas por cambiar a los directivos.

Ya lo anunciamos en Hispanidad. Emilio Botín no tiene intención de jubilarse. A sus 79 años, cumplirá 80 en octubre, el presidente del Grupo Santander se siente de lo más feliz en su cargo. Sin embargo, sus próximos trabajan con la hipótesis, cada día más próxima, de que sólo tiene un delfín, Ana Patricia Botín (en la imagen), hoy banquera de moda en la City londinense. Y a Ana Patricia lo que le va es la banca privada y la banca de inversión.

Y en esas llegó la sorpresa de la semana: tres días antes de la Junta General de Accionistas, el Ceo del Santander, Javier Marín, presenta su plan estratégico global hasta 2016. Con vocación comercial y nuevo trato al cliente. En teoría, nada que ver con la sucesión de Botín en su primogénita, pero fuentes del Consejo del banco insisten en que toda la gestión actual del Santander se encamina en esa dirección.

En cualquier caso, Marín parte de lo que hay. Y lo que hay es un grupo, uno de los más importantes del mundo, que hace banca doméstica. En otras palabras, la evolución del sector bancario en todo Occidente es hacia la banca de inversión y la gestión de patrimonios. El plan de Marín camina en esa dirección, pero centrada en la banca personal, no en la banca de grandes fortunas. No olvidemos, no obstante, que el Santander es uno de los bancos más activos de Europa en financiación corporativa, y eso sí, está más próximo a la banca de inversión. A veces se confunde con ella. Otra cosa es que para hacer banca de inversión tienes que contar con una gran capacidad de ahorro, algo que no existe en España ni en algunas plazas fuertes donde opera el Santander, como Brasil. Pero el objetivo final es el cambio de modelo y, en el caso del Santander, la sucesión ordenada en un banco que se ha extendido por medio mundo, pero no quiere dejar de ser un banco familiar.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com