Sr. Director:

El Gobierno de ZP quiere suprimir la financiación pública a la Iglesia Católica. Pero, ¿cómo es esa financiación? En 2004, a través del IRPF, el Estado contribuyó con 30,2 millones de euros a la Iglesia. Pues bien, sólo la organización Cáritas, de ayuda a desfavorecidos, gastó 57.

La Iglesia, a través de sus colegios, atiende a 990.774 alumnos, con un coste de 2.961 millones de euros, de los que el estado solo financia 1.783. Dispone de 101 centros hospitalarios con 51.312 camas, 596 residencias para ancianos, 876 casas de acogida, 937 orfanatos, 312 guarderías y 365 centros de educación especial. El coste anual de mantener esta asistencia social asciende a 5.056 millones de euros. Pero a los españoles nos sale más barato que la Iglesia se encargue de prestar esos ser vicios que pagar sueldos a nuevos funcionarios. Sobra decir que la desaparición de este entramado supondría un auténtico desastre humanitario.

La Iglesia también desempeña una gran labor de conservación del patrimonio histórico artístico, en gran medida de carácter religioso. Sin la colaboración de los religiosos encargados de monasterios, iglesias, catedrales y sus museos, sería imposible para el estado hacer frente al mantenimiento de todos estos bienes culturales, que tienen un valor económico añadido a través del turismo que generan.

No hay que ser hipócrita. Hace falta menos demagogia y más seriedad y talante a la hora de dialogar.

Alejandro Díaz Capmany García

F14alex@hotmail.com