Pedro J. Ramírez, también en la COPE, decía así: Cuando esta mañana he escuchado el resumen de prensa, hoy he tenido que decir Federico me ha pillado. Es verdad que deliberadamente hemos rebajado un grado la gravedad de los hechos. Yo desearía que esto no fuera verdad, que esta remota posibilidad de que no haya sido un policía pudiera encontrar una alternativa. Cualquiera que pase del titular de El Mundo, que dice que Marlaska investiga si hay policías que avisan a ETA, cuando esa hipótesis terrible de que puede haber miembros de las fuerzas de seguridad las que colaboran con ETA hemos dado un salto, y es que entre la policía de élite haya alguien trabajando para el enemigo. Ese planteamiento, primero la paz a cambio de nada, antes de la política debe haber reconciliación. Pensar que pueda haber compañeros de las víctimas favoreciendo a los verdugos es alta traición. La sombra es que haya podido ser con un móvil político, que alguien pueda estar ayudando a ETA.  Si esto fuera una guerra, habría fusilamientos.

 

Y añadía Pedro J: Es necesario que el presidente del gobierno diga que es él quien dice la verdad. Y la única manera es parando el reloj, renunciando a que en el mes de junio, se cumpla el ultimátum anunciado en Gara. Que Zapatero deje pasar esta semana y la próxima, mantenga contactos con las fuerzas democráticas, y prolongue el proceso de verificación, porque si la voluntad de ETA de dejar las armas es la que es, da igual julio que septiembre. Está bajo la sombra de la sospecha de esos compromisos que ahora invoca ETA.