• Les necesita para financiar su capital.
  • Les necesita para que financien a sus compradores para vender sin que caigan mucho los precios.
  • Y como accionistas, para que aprueben las cuentas anuales de la entidad.

La SAREB, el 'banco' pésimo, por aquello de que no es una entidad financiera y no le aplican las exigencias de capital que se exigen a éstas, presenta una estructura de financiación que no se les admitiría a dichas entidades, aunque esto ya lo saben ustedes porque no es la primera vez que nos referimos a ello en Hispanidad.

Así, mientras a las entidades financieras se les exige un patrimonio neto del 9%, o lo que es lo mismo, que sólo financien con recursos de acreedores un máximo del 91% de sus activos (los inmuebles y créditos con garantía hipotecaria que han adquirido a la banca en dificultades, es decir, a algunas cajas), la SAREB sólo cuenta con recursos aportados por sus accionistas del 2% y ha financiado sus adquisiciones en un 98% con crédito de sus acreedores (de los que, eso sí, el 6% son subordinados).

Esto no tendría importancia mientras se sostenga el valor de sus activos, pero las más mínimas pérdidas en el valor de los mismos, por ejemplo un 2,01%, obligaría en teoría a tener que liquidar la SAREB como sociedad que es. Sociedad de capital privado mayoritariamente, porque así se quiso para que no computara el endeudamiento de la misma como Deuda Pública. Un despropósito: el liquidador liquidado porque en liquidación, que es lo que debería hacer, no está. No está para no perjudicar a sus concurrentes y socios en el mercado inmobiliario. No lo está porque entonces seguro que los precios caerían más de un 2% y entraría en causa legal de liquidación.

Vistas así las cosas, ya veremos qué auditora se atreve al acabar este año a firmar sin salvedades las cuentas anuales que les presente la entidad que dirige Belén Romana (en la imagen). Otro tema más al que se tendrá que enfrentar una de las cuatro grandes, que comienzan a tener muchos problemas con todos los informes sobre la bondad que atribuyeron a los estados financieros de muchas entidades que no gozan de buena salud precisamente. Una razón más para vender los activos en quince años, evitando así, en la medida de lo posible, las caídas de precios, o para solicitar de las entidades 'colaboracionistas' que financien sus ventas, las de la SAREB, a los compradores en condiciones ventajosas.

Crédito para los particulares no puede haber mucho cuando las exigencias de patrimonio neto a la banca han pasado del 2% al 9%, pero habrá menos mientras el déficit público siga absorbiendo recursos y lo que no se absorba por dicho déficit se aplique a financiar las ventas de inmuebles de las entidades y de la SAREB. Las condiciones serán ventajosas porque así los compradores se fijarán menos en el precio, que es lo que se pretende que caiga lo menos posible.

Al fin y al cabo volvemos a las andadas: a los compradores no les importa el importe de la deuda cuando compran una vivienda, sino el recibo mensual que asumen y éste depende básicamente del tipo de interés y del plazo que se les aplique. Si además le financian todo, mejor, que ahora todo el mundo anda muy canino. ¿Ven por qué las llamo entidades 'colaboracionistas' La SAREB las necesita para todo: para que le financien su capital para no ser entidad pública, para que le financien a sus compradores para vender sin que caigan mucho los precios, para que, como accionistas, no pongan en duda las cuentas anuales a fin de ejercicio. Así es imposible clarificar ni el valor de las cosas ni como están, de verdad, las entidades.

Rubén Manso

ruben@hispanidad.com