Aunque supuestamente la Corte Constitucional declaró despenalizado el aborto en Colombia, a fecha de hoy seguimos sin tener la sentencia. Y eso a pesar de que se supone que tiene fecha del 10 de mayo. El sistema colombiano es así: primero se anuncia la sentencia y al mes se publica. Pero en este caso, el plazo se está alargando. Provida teme que lo que se esté cocinando sea un cambio en los términos anunciados desde una despenalización hacia una legalización, que no es exactamente lo mismo.

Por su parte, los promotores del aborto en Colombia temen que el retraso obedezca a una especie de marcha atrás por parte de la Corte Constitucional. Un escenario poco probable, porque el presidente Uribe se declara católico, pero hace ejercicio de cintura cuando le preguntan sobre la cuestión alegando que él no puede interferir en la decisión de la Corte Constitucional si desea respetar la división de poderes.

No opina lo mismo su mujer, que se ha mostrado públicamente partidaria de la despenalización del aborto en Colombia. Y encontrándonos en este impasse jurídico, Radio Caracol, propiedad del grupo Prisa, entrevista a la abogada Mónica Roa, que fue la encargada de llevar el caso a la Corte Constitucional. Un recurso cocinado en los lobbies feministas de Nueva York. Todo un ejemplo de ingerencia inaceptable.

Pues bien, Roa señalaba en Radio Caracol el pasado sábado que espera que la Corte Constitucional y el Ministerio de Protección Social no se demoren en la expedición de la sentencia y la reglamentación sobre la despenalización parcial del aborto en Colombia. Hacía estas declaraciones mientras la opinión pública vive un intenso debate sobre el derecho al aborto de una niña de 11 años violada por su padrastro. Por supuesto, Roa apoya el aborto, pero añade que "no nos podemos quedar con los titulares de prensa sobre la excepciones para la ejecución legal del aborto". Y es que muchos médicos temen que ante el actual limbo jurídico se pueda proceder penalmente contra ellos, señala Roa a la BBC. Los medios hacen su juego, la Iglesia el suyo y los jueces el suyo; yo reparto juego entre todos, señalaba Roa en una reunión privada.

Y para añadir más tensión al asunto, Roa señala que no descarta que los sectores opositores a la despenalización estén influyendo sobre la manera dilatada como la Corte Constitucional procede para la expedición definitiva de la sentencia. No lo menciona explícitamente, auque en privado señala claramente a la Iglesia como la gran enemiga de su campaña proaborto.