El informe PISA pone de relieve el deterioro de la enseñanza en España

La educación en España es un desastre. Así lo pone de manifiesto el último informe PISA que demuestra que cuando uno ha tocado fondo, todavía se puede profundizar. Frente a una tasa de fracaso escolar cercana al 25%, los expertos proponen un pacto de Estado por la Educación, la revalorización del papel del profesor (‘modelo Sarkozy'), el incremento de la exigencia y una mayor participación y compromiso por parte de los padres. Estos temas serán tratados a fondo en ‘El Club de la Palabra' de Intereconomía TV este sábado 15 a las 21,00 horas. Participará la presidenta de la Confederación Española de Centros de Enseñanza, Isabel Bazo, el director de la Comunicación del sindicato USO, José Luis Fernández Santillana; el presidente del sindicato de profesores ANPE, Nicolás Fernández Guisado y el presidente de Profesionales por la Ética Andalucía, Miguel Gómez de Agüero.

El reciente informe PISA vuelve a poner sobre la mesa el desastre de la educación en España. Repetimos resultados mediocres, dicen los religiosos de la enseñanza. Y es que en capacidad de lectura estamos 31 puntos por debajo de la media del informe y somos el país que más ha descendido en el último año. Alrededor de una cuarta parte de nuestros escolares no terminan su ciclo educativo y es entre los 16 y los 17 años donde se concentra la mayor parte de fracaso y absentismo escolar.

¿Por qué estos niveles tan escandalosos de fracaso? Hay varios factores. Sin duda la caja-tonta -cuando es tonta- ayuda a mermar las capacidades intelectuales de nuestros escolares. Sobre todo si destinan 3 horas y media diarias a instruirse a través de la tele. Pero sin duda no es el único ‘culpable'. Desde UGT se responsabiliza del fracaso a los diferentes niveles de gasto que existen entre CCAA. La derecha pone el acento en que son las comunidades nacionalistas las que peor nota sacan en el informe PISA. Los profesores responsabilizan a los padres por no educar en la disciplina y el sentido del límite. Y ya puestos a buscar responsables, Zapatero descarga también en la escasa formación de los padres. Unos padres que -es bueno recordarlo- fueron educados en el felipismo.

Más allá de las causas es bueno analizar las consecuencias. Porque un escolar fracasado es carne de cañón de la marginación social. Ya lo dice el refrán: "cuando el diablo no tiene nada que hacer, con el rabo mata moscas". Y así, entre el 2000 y el 2003, el 85% de los menores enjuiciados sufría retraso escolar y el 45% no realizaba actividad alguna. Según algunos estudios, el 72% del desempleo de menores de 25 años está relacionado con el fracaso escolar. Es lo que el secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana, califica de "dualización social" de "ominosas consecuencias".

¿Cuál es entonces la solución? De esto se habla poco. Y es que parece que los españoles tenemos ‘espíritu de Semana Santa': Mucha cruz, pero poca resurrección. La Confederación de Padres y Madres de Alumnos reclama de la administración que "se tome en serio" las conclusiones del informe PISA. Algunos, como el sindicato de profesores ANPE exigen mayores recursos para la Educación. En concreto, al menos el 6% del PIB. Y desde luego, todo lo que se invierta en Educación, será poco. Pero probablemente lo que más haga falta sea despolitizar de una vez las cuestiones profesionales y alcanzar un pacto de Estado que ponga fin al vaivén de sistemas educativos que hemos vivido en los últimos 30 años. Es lo que exige la Asociación Nacional de Profesorado Estatal y lo que parece marcar el sentido común.   Desgraciadamente ni unos ni otros se atreven a hacer un planteamiento de este estilo. Y eso a pesar de que los resultados buenos, regulares y malos se reparten a partes iguales entre comunidades populares y socialistas. Y ya es hora de que seamos capaces de coger el rábano por las hojas. Cada minuto que se pierda es sabiduría, formación y competitividad que perdemos. Y sencillamente, no nos lo podemos permitir.