• El presidente norteamericano decide sobrevolar territorio sirio para vigilar las acciones de los yihadistas que operan en el país.
  • Todo apunta a lo inevitable: es el paso previo para atacar desde el aire, con el mismo esquema que en Irak.
  • Los bombardeos supondrán un nuevo choque entre Washington y Damasco, porque la Casa Blanca rechaza cualquier cooperación con Al Asad.
  • EEUU armó al ala moderada de los rebeldes sirios, pero las armas fueron a parar a los terroristas, los mismos a los que combate ahora Obama.
  • Egipto y Emiratos Árabes Unidos atacan a las milicias islamistas de Libia sin notificárselo a su aliado Washington.
  • Y, por si fuera poco, el presidente del Kurdistán iraquí ha confirmado que Irán ha entregado armamento a los 'peshmerga' que combaten al Estado Islámico.

El presidente de EEUU, Barak Obama (en la imagen), ha filtrado a diversos medios norteamericanos un plan de acción para sobrevolar Siria con aviones pilotados y 'drones' no tripulados. El objetivo, de momento, es vigilar las acciones del Estado Islámico (EI) en la región, pero podría significar el paso previo a ataques aéreos contra los bastiones yihadistas en Siria. La Casa Blanca, no obstante, ha negado un acuerdo firme.

Esta decisión se ha hecho pública tras una reunión mantenida ayer lunes entre Obama, su secretario de Defensa, Chuck Hagel, y otros asesores para analizar si extender los ataques contra el EI a territorio sirio. Este hipotético bombardeo haría coincidir los intereses de Washington y Damasco, que ha recrudecido en la última semana sus ataques contra las regiones sirias bajo el control yihadista. Conviene recordar que hace unos meses el Gobierno americano se precipitó a armar a una parte -supuestamente la más moderada- de los rebeldes sirios que combaten al régimen de Bashar Al Asad. A día de hoy es un misterio a dónde ha ido a parar ese armamento, aunque hay fundadas sospechas de que están en manos del Estado Islámico.  

Ahora bien, la Administración de Obama no tiene previsto notificar al Gobierno sirio la incursión de la aviación americana en su territorio. No sería la primera vez: en julio, un equipo de las fuerzas especiales estadounidenses realizó en Siria, sin el permiso de Damasco, un intento fallido de rescate al periodista James Foley, decapitado posteriormente a manos de un yihadista británico.

A este respecto, el ministro de Exteriores sirio, Walid Al Mualem, abrió la puerta ayer a cualquier "coalición internacional para combatir al Estado Islámico", pero advirtió de que una operación militar en Siria debe ser notificada a su Gobierno, porque "cualquier otra cosa será considerada una agresión”. Washington y otros Gobiernos, como Londres o Berlín, se han mostrado inflexibles en este punto: no cooperarán con Damasco en la lucha contra el yihadismo.

Y, entre tanto, a Obama se le suman más frentes en su política exterior. Según han confirmado cuatro fuentes gubernamentales americanas a 'The New York Times', los Ejércitos de Egipto y Emiratos Árabes Unidos, ambos aliados de EEUU, han efectuado un ataque aéreo contra las milicias islamistas que combaten en la capital libia de Trípoli, sin habérselo notificado a Washington. Egipto lo niega y los Emiratos guardan silencio. Y, por si fuera poco, el presidente del Kurdistán iraquí, Masud Barzani, ha anunciado hoy martes que Irán ha suministrado armas a las fuerzas kurdas que combaten a los yihadistas. Se desconoce aún el impacto que pueden tener estos dos últimos movimientos en Oriente Próximo, una región cada vez más devastada por la violencia sectaria y el terrorismo.

Daniel Esparza

daniel@hispanidad.com