Sr. Director:
Los tópicos de la revolución sexual de los 60 condicionaron a toda una generación. Pero el sexo libre, sólo por placer, fue insatisfactorio para muchas mujeres, pues, a pesar de todo, el sexo siempre está ligado a consecuencias emocionales.

 

Estas son las conclusiones de Dawn Eden, editora del Daily News de N. Y, periodista e historiadora del rock, que de defensora y practicante del libertinaje sexual, pasó a activista del celibato; convertida al cristianismo de mano de Chesterton. Famosa por la polémica que ha suscitado su libro: 'The thrill of the chaste: finding fulfillment while keeping your clothes on" ("La emoción de la castidad: encontrando satisfacción con la ropa puesta"), es todo un símbolo en los movimientos pro-abstinencia.

Eden asegura que las mujeres no están hechas para el sexo casual, cláusula enarbolada por revistas femeninas y series de TV, sino para el vínculo. Esta premisa, sancionada por la contracultura de las mujeres casadas, derriba el dogma del descanso en el placer físico, la confirmación del ego y la huída de la soledad que pretende el sexo ocasional, que sobre todo, y eso se oculta, provoca un gran vacío anímico y una quiebra profunda.

Eva N Ferraz