Muchos están pendientes de los movimientos de la Curia romana. La llegada del Papa Benedicto XVI a la sede de Pedro había levantado expectativas sobre el gobierno de la Iglesia católica. De momento, sin embargo, ha habido una pastoral a los jóvenes, algunos apuntes doctrinales y el anuncio de una muy cercana encíclica que se prevé programática. Nada de gestión interna, cuando se esperaba que Benedicto XVI fuese el látigo de la Curia, el reorganizador de la Iglesia, que pusiera firmes algunas endebles estructuras. De momento, sin embargo, reforma de la liturgia de los Neocatecumenales y poco más.

No obstante, según informan a Hispanidad fuentes eclesiásticas, algo se está moviendo en las últimas semanas. Según estas fuentes, Benedicto XVI podría nombrar 10 nuevos cardenales, uno de ellos español. El mejor situado en las quinielas, Mons. Cañizares. Conviene recordar que Mons. Rouco ya es purpurado, por lo que su presencia estos días en Roma poco tiene que ver con posibilidades de un mal llamado ascenso.

También estará en Roma el Nuncio de S.S., Mons. Monteiro de Castro. La jugada sería la siguiente: acercar al presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Blázquez a Toledo, de manera que se encuentre más cerca de Madrid y pueda dirigir los destinos de la iglesia española de manera más eficaz. Y sobre todo, que pueda disponer de una sede más cómoda que Bilbao, donde está obligado a manifestarse sobre la negociación con ETA un día sí y otro también.

La duda de los vaticanólogos consiste en qué pasará con Rouco y Cañizares. La hipótesis con mayor fuerza apunta a que Mons. Cañizares acudiría a Roma como responsable máximo de Educación Católica. Un puesto que le iría como anillo al dedo al experto teólogo. En caso de ser así, el cambio sería fácil: Cañizares a Roma y Blázquez a Toledo.

En cambio, hay quien piensa más en el ascenso de Mons. Rouco, aunque algunos lo consideran una patada hacia arriba, una forma de quitarse a la mosca cojonera del Gobierno de encima. De ser así, el movimiento sería más complejo. Mons. Cañizares pasaría a Madrid y Blázquez a Toledo. En todo caso, estos días se está viviendo mucho movimiento y nerviosismo en la calle Añastro, sede de la Conferencia Episcopal. Permanezcan atentos a las pantallas.