Sr. Director:

Otro atropello a la libertad de la persona, en esta profesión como en tantas otras. En relación al comentario de que los médicos no podrán objetar razón de conciencia a la hora de regalar la píldora del día después, según algunos, por ser anticonceptiva y no abortiva. El asunto es que si te acoges a lo que te dicta tu conciencia te quedas sin trabajo. O sea que se te prohíbe actuar honestamente como médico, en este caso. ¿Y decimos que tenemos libertad?

Si fuera un método anticonceptivo se aplicaría antes de la concepción y no una vez que ya se ha podido realizar, como es después del acto sexual. Interesa engañar a la gente y que ya no se crea que la vida comienza en cuanto se une el espermatozoide al óvulo. Ese momento marca el comienzo de una vida que buscará implantarse para seguir desarrollándose. Pero claro, así no estaría justificada la píldora del día después que no deja de ser un regalo que asesina.

Teresa de Vallejo

devallejo@yahoo.es