Medio millar de hombres negros, procedentes del África negra, se abalanzaron durante la madrugada del martes sobre la alambrada que separa la plaza española de Melilla y Marruecos. De 500, unos 100 lograron su objetivo, y se registraron quince inmigrantes y seis agentes heridos, mientras las gendarmería marroquí apareció a posteriori.

Al parecer, las fuerzas de seguridad de Rabat no pudieron detener la avalancha que desde hace días se había anunciado que atravesaría todo Marruecos hasta Melilla. Hasta 250 escaleras construidas a mano fueron colocadas en la valla sin que, al parecer, la astuta policía marroquí se enterara de mucho.

A pesar de que las avalanchas contra Ceuta y Melilla se suceden, el Gobierno español no ha emitido ni la menor protesta o petición de explicaciones al de Gobierno del rey Mohamed VI.

Juan José Imbroda, presidente de Melilla, del Partido Popular, ha denunciado que estamos ante un plan organizado por el Gobierno marroquí para hacerse con Melilla, utilizando la miseria de muchos inmigrantes que pretenden entrar en España por Ceuta y Melilla. Por cierto, esta anunciada y no evitada invasión produce horas después del viaje a Melilla de la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí y del secretario de Estado de Interior, Antonio Camacho.