Sr. Director:
El calvario que desde hace casi dos años venía padeciendo la cristiana sudanesa Mariam Ishag, parece tocar a su fin.

Esta joven doctora fue detenida en agosto de 2013 en Jartum y condenada a morir en la horca cuando ya estaba embarazada de ocho meses, tras ser acusada falsamente por unos familiares de apostasía, un "delito" castigado con la muerte en Sudán.

Previamente fue castigada a cien latigazos por considerar el tribunal que además era culpable de adulterio por estar casada con un cristiano. Sin embargo, hija de un musulmán y una cristiana, Mariam nunca se consideró musulmana al haber sido educada por su madre en su propia fe, a la que no ha querido renegar a pesar de las presiones del tribunal.

Lluis Esquena Romaguera