En las salas de oficiales del Ejército español hay un notable malestar por la gestión de la crisis de Afganistán. Cabrea la falta de transparencia en el esclarecimiento de los motivos del "siniestro", como lo calificó Bono el pasado martes. Según revelan a hispanidad.com fuentes castrenses, de ser un ataque habría restos de metralla extranjera. La tesis defendida por Bono de que fruto de la ignición saltó la metralla del helicóptero, tampoco convence. "No es lo mismo un fuego de entrada que de salida", apuntan.

"Lo que pasa es que de tratarse de un ataque el gobierno se quedaría desmontado ante sus tesis de que ninguna vida de ningún soldado español debe de morir en el conflicto de Iraq", apuntan fuentes militares que insisten en afirmar que no existe diferencia entre Iraq y Afganistán.

Pero lo que más ha molestado al estamento militar es la ausencia del himno nacional a la llegada de los féretros a Getafe. Quizás las palabras de "patriotismo" y "honor" pronunciadas por Zapatero ya han despertado la cólera de Carod quien ha exigido que "de patriotismos, los justos".

Los militares consideran que se está jugando políticamente con sus muertos y se sienten visiblemente molestos cuando se les recuerda la videoconferencia con la que Bono informaba sobre el terreno a Zapatero. "Parecía un show en el que Bono era el protagonismo y los muertos importan poco", señalan.