Como ya hemos informado, la junta de Metrovacesa celebrada este lunes ha sido más que accidentada a cuenta de la batalla de opas. La familia Sanahuja manifestó su oposición a la aprobar la ampliación de capital y la emisión de bonos y obligaciones convertibles por 1.000 millones de euros sin derecho de suscripción preferente. No es bueno para el accionista, argumentan. Y tienen razón.

Lo que pasa es que no resulta muy coherente con haberla aprobado en el consejo de administración del pasado 13 de diciembre, tal y como recordó este lunes el presidente de Metrovacesa, Joaquín Rivero. Y lo que resulta menos coherente es que amenacen con acudir a los tribunales cuando su posición sólo gozo del 30% de apoyos de la Junta.

Pero en todo caso, esto no es lo revelante. Lo trascendente será la posición que tome la CNMV en relación a la petición de flexibilidad de los Sanahuja. Si finalmente Manuel Conthe decide permitir a los Sanahuja vender un 0,5% para poder contraopar sin llegar al 50% que exige llegar al 100%, deberá practicar la misma flexibilidad con Rivero. Y si no, esa asimetría será difícilmente digerible por el presidente de Metrovacesa. Manuel Conthe tiene la palabra.