• Y el presidente Hollande sale al paso: Francia no entrará en recesión.
  • Entre los analistas se empieza a conocer al presidente galo como "el otro Zapatero".
  • París trata de reforzar los mecanismos europeos de ayuda... quizás porque Francia pueda necesitarlos en el futuro.

Los mercados financieros y los especuladores han dejado de preocuparse de España e Italia. Consideran que a ninguno de los dos países, especialmente a España, puede pedírsele más, es decir, sus ciudadanos no pueden aceptar más recortes para reducir el déficit público. Vamos, que los mercados se han convencido de que se han hecho los deberes y de que, sin no se han hecho, España e Italia ya están demasiado débiles como para apretarles de nuevo: no se puede extorsionar más la deuda española.

Y en estas ha surgido Hollande (en la imagen), bien consciente de que ahora, en Wall Street, lo que preocupa es Francia. De hecho, al presidente galo se le conoce como "el nuevo Zapatero" por su propensión a no controlar el gasto público y despreocuparse del régimen fiscal. Por eso, Hollande se ha apresurado a asegurar que Francia no está en recesión ni entrará en recesión, no se sabe si confundiendo sus deseos con la realidad.

Y este cambio en el colectivo de analistas se deja ver en el intento de Hollande de reforzar los mecanismos de ayuda europeos para países en dificultades de deuda soberana. Lógico, a lo mejor es Francia quien los necesita en un futuro próximo.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com