• Máximo Kirchner lanza un proyecto de ley: que el Estado se coma el 51% de YPF en poder de Repsol.
  • Los contactos entre los gobiernos de Madrid y Buenos Aires, congelados.
  • Eso anula cualquier posibilidad de entendimiento entre la empresa y el Gobierno de Buenos Aires.
  • Tampoco serviría de nada, salvo que Repsol lograra un acuerdo de inversión conjunta con otra petrolera.
  • Todos pierden: en la Argentina no invertirá nadie, Repsol perderá su, por el momento, mejor activo... y ambas partes preparan una campaña ante los tribunales.
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En el mejor de los casos, la política autodestructiva de Máximo Kirchner (en la imagen) va a aislar aún más a Argentina. Se cumplen 30 años de la Guerra de las Malvinas y Cristina Fernández de Kirchner y su hijo Máximo Kirchner han decidido que su desastrosa gestión económica sólo pueden salvarse mediante un acceso vírico de nacionalismo extremo: primer objetivo, Las Malvinas; segundo: argentinización de YPF. El segundo parece más factible que el primero, dado que Cameron, como buen británico, está dispuesto a mantener sus colonias siempre que sean respecto a alguien menos poderoso (Hong Kong no, pero Malvinas y Gibraltar sí).

Conclusión, Máximo Kirchner prepara una ley para hacerse con el 51% de YPF. Eso hará mucho daño a Repsol pero ningún bien a los argentinos, porque el problema de YPF no consiste en quién es el propietario sino quien explota los nuevos yacimientos. Todos pierden, especialmente Argentina donde ninguna empresa querrá invertir y donde la corrupta y desastrosa gestión de los Kirchner impide disponer de liquidez para sacarle rendimientos a las materias primas del país.

Eso sí, Repsol quedará tocado: mientras se explotan otros relevos, YPF continúa siendo su principal activo como petrolera de exploración. Y ambas partes terminarán en un larguísimo proceso ante los tribunales.

Las posibilidades de acuerdo son escasas. Las relaciones entre los gobiernos de Madrid y Buenos Aires están congeladas. España, además, posee allí otra empresas importantes, con lo que puede presionar pero solo hasta cierto punto. Y tampoco sirve de nada que Repsol encuentre un socio.... porque ningún socio querrá entrar en la Argentina en esas condiciones.

Eulogio López







eulogio@hispanidad.com