Sr. Director:

Lo que la sociedad reclama a un Gobierno, entre otras cosas, es estabilidad, coherencia y consenso en la mayoría de las medidas que afronta.

En el caso del actual Gobierno socialista son tantos los frentes abiertos en la sociedad, que no se da ninguno de esos tres aspectos: la estabilidad es débil y quebradiza, la coherencia brilla por su ausencia y el consenso sólo se produce con partidos de escasa representatividad, y además separatistas. Por eso, se puede decir que más que frentes abiertos son enfrentamientos.

Entre los enfrentamientos más llamativos, tenemos: con los ciudadanos vascos que desean la paz y con las víctimas del terrorismo (al permitir que los terroristas avalen planes separatistas), con los padres de familia al querer impedirles la libertad respecto a la elección de la enseñanza religiosa de sus hijos, con las familias al menospreciarlas, llamando matrimonio a las relaciones homosexuales, con los católicos al despreciar sus creencias, con todo tipo de ultrajes e insultos (a lo que se suman los medios de comunicación afines al Gobierno), con los no nacidos al abortarles (y encima quieren ampliar plazos), con los enfermos terminales, tetrapléjicos, ancianos, etc., por plantear la legalización de la eutanasia, con las tensas relaciones internacionales que se tienen con algunos países, mientras que con otros se está a partir un piñón (a pesar de que hablen mal de España dentro de su territorio), con los empresarios, con los trabajadores (agricultores, astilleros, etc.)...

En fin, ¿hay alguien con el que el Gobierno no esté enfrentado?

José J. Ávila

jjavilamar@hotmail.com