• Una cuantía que al convertirse en cuota tributaria no pagada supera el 1,7% del PIB.
  • Al sumar a la evasión en otros impuestos, como IVA (1,4% del PIB) e Impuesto de Sociedades (entre 0,2-1% del PIB), el fraude fiscal conjunto superaría el 3,5% del PIB.
  • Pero fraude no es lo mismo que economía sumergida, la cual en España representa el 18,5% de su PIB, por encima de la media europea (18,5%).
  • Los países europeos con menor nivel de economía sumergida son los paraísos fiscales: Suiza, Austria, Luxemburgo y Holanda.
  • Los españoles tienen en los paraísos fiscales un patrimonio no declarado que asciende a 144.000 millones, por lo que Hacienda no ingresa 7.400 millones.

No hay duda de que en España existe un alto nivel de fraude fiscal, que ha cobrado más importancia por la delicada situación actual de nuestra economía, la cual poco a poco empieza a recuperarse tras la crisis sufrida. Por ello, es vital que se tomen medidas contra este, aunque cuantificarlo es complicado por su carácter opaco.  

Precisamente para iluminar su cálculo la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) ha presentado este jueves el estudio El hueco que deja el diablo: una estimación del fraude en el IRPF con microdatos tributarios. El director ejecutivo de Fedea, Ángel de la Fuente, comenzó la rueda de prensa con algo de humor, "si todos pagáramos los impuestos que tenemos que pagar, tendríamos que apretarnos menos el cinturón". Por su parte, uno de los autores del informe, el investigador de la Universidad de Zaragoza y colaborador de Fedea, Julio López Laborda, empezó refiriendo el contexto económico y subrayó que "economía sumergida no es lo mismo que fraude, pero da una buena pista del mismo".

El estudio se basa en una muestra de 500.000 declaraciones, en las que han intentado detectar comportamientos anómalos, que pudieran indicar la existencia de fraude, como los donativos, las pensiones compensatorias de cónyuges separados o las deducciones en Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) por compra de vivienda.

Gracias al mismo, los investigadores calculan que los españoles evadieron alrededor de 20.000 millones de euros en el IRPF en 2008, pero López Laborda intuye que "la estructura de infradeclaración de rentas es estable y no ha tenido cambios sustanciales", por lo que en la actualidad se movería en niveles similares. Cuantía que al convertirse en cuota tributaria no pagada supera el 1,7% del Producto Interior Bruto (PIB).

Pero al sumar a esta cifra los cálculos de evasión, realizados por otros autores en el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) -1,4% del PIB- y en el Impuesto de Sociedades -entre 0,2 y 1% del PIB-, el fraude fiscal en los grandes impuestos podría situarse entre el 3,5% y el 4% del PIB.

Respecto a la economía sumergida, López Laborda refirió que el profesor Friedrich Schneider la calculó en 31 países europeos y estimó que en España representa el 18,6% de su PIB, es decir, que su nivel supera en una décima la media europea (18,5%). Los países con menores niveles son los paraísos fiscales: Suiza (7,1%), Austria (7,9%), Luxemburgo (8%) y Holanda (9,1%). Mientras que en Alemania se sitúa en el 13%. También aludió al economista Gabriel Zucman, autor del libro La riqueza escondida de las naciones, que señaló que el patrimonio no declarado de los españoles en los paraísos fiscales asciende a 144.000 millones, por lo que Hacienda ha dejado de ingresar 7.400 millones.

Con este panorama, López Laborda consideró que "la lucha contra el fraude fiscal tiene que ser una política prioritaria del Gobierno y realista", dado que no se puede eliminar del todo. También cree que hay que profundizar en modelos de confianza y de servicio, para favorecer la relación con el contribuyente y una mayor transparencia, pues "la moral fiscal aumenta, si lo hace la educación fiscal", y reforzar el modelo de coacción. "No creo que sea una batalla perdida la lucha contra la economía sumergida y el fraude fiscal", añadió.

Entre las medidas necesarias destacó que se debe: contar con más medios personales y materiales, así como actuaciones normativas; extender la obligación de información, garantizar que las sanciones sean efectivas y aumentar la cooperación internacional para combatir los paraísos fiscales y el intercambio de información. Respecto a esto último el investigador está convencido de que no todos los países querrán combatir los paraísos fiscales internacionales, pues algunos saldrían perdiendo, pero España "sólo puede ganar", de manera que "hay mucho camino por recorrer", apuntó.

Cristina Martín

cristina@hispanidad.com