Sr. Director:

La bondad del fin no justifica la corrección moral del medio. Así, no es  correcto matar para salvar una vida. Los errores morales se sustentan en  argumentos erróneos o falsos que los fundamentan. Y suele ser filosóficamente mucho más interesante atender a la fundamentación que a las conclusiones prácticas que de ella se derivan.

En este sentido, resultan  clarificadores los dos argumentos que utilizó el presidente del Gobierno  para intentar justificar la nueva ley que regula la experimentación con  embriones. Por un lado, afirmó que el propósito de la norma era la protección de la salud, y que no hay nada más moral que el cuidado de la  salud y la lucha contra las enfermedades. Por otro, señaló que la ciencia no puede estar subordinada a la conciencia moral. Ambos argumentos  son deficientes, en suma, falsos, y coinciden con un estado de opinión  bastante extendido, que revela el profundo desorden moral que reina en  nuestra sociedad. Desgraciadamente la falta de rigor en las argumentaciones  del Presidente en nada facilita el necesario rearme moral.

Jaume Catalán Díaz

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