Dinero negro, ausencia de titulación adecuada y trituradoras

Espeluznante. Ese el calificativo de la descripción del testimonio judicial del testigo protegido del 'caso Morín'  al que ha tenido acceso Intereconomía y que este viernes publica el semanario ALBA y la revista EPOCA. Como es sabido, el abortista dueño de Ginemedex, Carlos Morín, ha sido detenido acusado de practicar abortos ilegales. Las enfermeras no eran tituladas, sino personal de limpieza. Los ginecólogos y anestesistas carecían de la titulación adecuada y los psiquiatras falsificaban el informe psiquiátrico para entrar el supuesto del peligro para la salud física o psíquica de la madre.

A todo esto hay que añadir la trituradora industrial que tenían para triturar los restos de los fetos extraídos a través del 'rompecocos'. Si ejecutaban sus abortos por las noches, los metían en el congelador para triturarlos a la mañana siguiente y no hacer ruido por la noche. Además, el pago se realizaba siempre en metálico. Eso permitía pagar a los 'profesionales' de la muerte en dinero negro. Y por si fuera poco, Carlos Morín ha seguido practicando abortos a pesar de tener una enfermedad contagiosa. No dejen de escuchar el escalofriante testimonio del testigo protegido.