Los principales perjudicados serán los cristianos que pueden ser perseguidos tanto por los chiíes de Hezbolá como por los suníes opositores siriosJusto cuando el ministro sirio de Exteriores, Walid al Mualem, anuncia este domingo que su país participará en la conferencia internacional de Ginebra, propuesta por Washington y Moscú, para buscar una salida al conflicto en Siria, se reúnen este lunes en Bruselas los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) para decidir si prolongan el embargo de armas que pesa sobre Siria o si lo flexibilizan para beneficio de la oposición, una cuestión que ha dividido a los Veintisiete durante meses.

De fondo está la posibilidad de proporcionar 'armamento defensivo', como se le ha llamado en Occidente, a los rebeldes 'moderados' sirios. Dos eufemismos: lo de 'armamento defensivo' es uno, todo el mundo sabe que por mucho que se le llame defensivo, puede servir también para ser 'ofensivo'. Y lo de 'rebeldes moderados': los europeos deberían saber también que la oposición siria está dominada por los yihadistas, o sea, fundamentalistas islámicos decididos a imponer la Sharia en  el país si llegan al poder.

En cualquier caso, todas las decisiones en el ámbito de las sanciones internacionales requieren la unanimidad de los Veintisiete, por lo que los ministros deberán negociar un compromiso.

Mientras, como explicamos, el dictado sirio Bashar Al Assad se alía con los fundamentalistas de Hezbolá en El Líbano porque Hezbolá es una milicia chií libanesa que le ayuda a combatir a los rebeldes suníes en su país (dado que el odio entre chiíes y suníes es una constante en la historia). Lo cual ha provocado que entre Isarel en el conflicto, porque es enemigo de los chiíes de Hezbolá.

Pero, al final, los principales perjudicados serán los cristianos que pueden ser masacrados y perseguidos (como ya está ocurriendo) tanto por los chiíes de Hezbolá como por los suníes opositores sirios.

Andrés Velázquez

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