El Boletín Oficial de la Generalitat de Catalunya publicaba el 22 de marzo el Plan de acción y desarrollo de políticas de mujeres en Cataluña 2005-2007, dotado con un presupuesto de 35,3 millones de euros. La idea no sería mala si la orientación del Plan no fuera marcadamente pro-lesbianismo. Por ejemplo, se sustituye el Institut Catalá de la Dona por el Institut Catalá de les Dones, reflejando así la "diversidad" de las mujeres. Además, se plantea como objetivo hacer visibles las aportaciones  "culturales" de la expresión de la diferencia de opción sexual de las mujeres. 

En materia religiosa, el Plan también hace referencia a garantizar el respeto a los derechos de las mujeres dentro de las distintas confesiones religiosas, algo que podría entenderse como una conminación a aceptar el sacerdocio femenino. También se plantea como objetivo "visibilizar" las aportaciones de las mujeres dentro de las distintas confesiones religiosas presentes en Cataluña, lo que probablemente se traduzca en subvenciones a asociaciones como Col.lectius de Dones en l´Esglèsia, de marcado carácter progresista. 

El tercer eje del Plan se plantea "incrementar la presencia y la participación de las mujeres en todos los ámbitos de la vida social, teniendo en cuenta su diversidad identitaria". En concreto, el Plan hace referencia al "reconocimiento" de la experiencia social y los valores de las mujeres en situación de desventaja social por razón de su opción sexual. Y para apoyar a las lesbianas, se fomentará su asociacionismo, se equipararán sus derechos a los de las parejas de hecho, se garantizará su acceso a los servicios sanitarios y se darán a conocer sus aportaciones al mundo de la "cultura". O sea, dinero. 

Por supuesto, el Plan no se deja nada de los tópicos a los que estamos acostumbrados: garantizar el uso del propio cuerpo de la mujer (aborto), regulación transversal desde una perspectiva de género y "feminización" de la sociedad. ¿Más todavía? En cuanto a la prostitución, proponen "desestigmatizar" a las trabajadoras del sexo buscando un reconocimiento "social y profesional". Sobre todo, profesional. Ya puestos, también proponen que el Registro Civil pueda registrar a un niño sin figurar el nombre del padre, conculcando el derecho del menor y lo prescrito en la misma Constitución Española. 

Pero, para que no falte de nada en el plan de marras, la Generalitat también propone la coeducación en todos los curricula educativos y el reconocimiento del cannabis para las mujeres que sufran patologías graves como herramienta terapéutica. Compendio de tardo-progresismo con toques lésbicos y, sobre todo, dinero, mucho dinero, que para eso están los contribuyentes.