El monopolio del cable echará a 1.000 de sus 4.600 empleados

Para financiar los 2.600 millones de euros que pagó por AUNA Cable, y con lo que logró hacerse con el monopolio del cable en España, ONO se ha visto obligada a despedir a 1.000 de sus 4.600 trabajadores, a través del correspondiente ERE. Así lo ha comunicado, en la mañana del viernes 13, la directora de Recursos Humanos, Begoña Landázuri, a los sindicatos y a los medios de comunicación.

Pero si ONO apenas asumió unos 400 trabajadores de AUNA Cable, ¿por qué despide a 1.000?

Desde la compra de AUNA Cable, ONO tiene el monopolio de la fibra óptica en España, un país en donde esta tecnología está en mantillas. Se supone que el único operador que queda, y que ha absorbido la práctica totalidad de las licencias otorgadas por las distintas comunidades autónomas para que, se supone, hubiera competencia, no está dispuesto a afrontar las fuertes inversiones que exige cablear España.

Preside ONO Eugenio Galdón, en representación de una serie de fondos de capital-riesgo es decir, especulativos- anglosajones, pero con Emilio Botín detrás. De esa forma, el presidente del Santander ganó como vendedor y retuvo como comprador. A fin de cuentas, Galdón sólo es un testaferro personal de D. Emilio Botín, al igual que Matías Rodríguez Inciarte. Testaferros, que no albaceas: el albacea de don Emilio es Rodrigo Echenique, es él uno de los pocos que sabe qué hacer en caso de que Botín sufra un accidente.

En cualquier caso, la fórmula ONO de fusión será: te fusionas o compras una entidad, despides a los trabajadores, te quedas con los clientes, miren ustedes por dónde, elevas la productividad de los que quedan y la rentabilidad de la empresa, esto es, creas valor añadido para el accionista. Es lo que se denomina una gestión moderna y eficaz.