El próximo 4 de diciembre, ante el Juzgado de Primera Instancia número 1 de Madrid, comparecerá el presidente del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), Francisco González, en el pleito seguido por el ex director general de Argentaria, Antonio de Santiago. El segundo grupo bancario de España ha intentando por todos los medios evitar la comparecencia de FG ante el Juzgado de Instrucción número 1 de Madrid, pero no lo ha conseguido. De Santiago afirma que el banco incumplió incentivos concretados en la concesión de un crédito blando por valor de 360.000 euros.

Es la punta del iceberg de todo un movimiento, tanto de trabajadores como de directivos del BBVA que se sienten damnificados por FG, tanto en materia de incentivos, como por cambios en las condiciones de prejubilación, complementos de pensiones. Alguna de estas condiciones pactadas, que luego FG ha modificado de forma unilateral, fueron acordadas con anteriores equipos directivos, es decir, con Emilio Ybarra en BBV o con Francisco Luzón en Argentaria. Sin embargo, una de las frases más habituales del presidente del BBVA es la siguiente: ¿Tú crees que yo voy a asumir las obligaciones contraídas por otro presidente? Un principio de inseguridad jurídica que ahora desemboca en los tribunales.

En otros casos, lo que se ha hecho es cambiar las condiciones de prejubilación de forma unilateral y a posteriori. Por ejemplo, al extender la obligación de no trabajar en ninguna otra empresa sea o no competencia del BBVA. Incluso FG afronta previsibles casos de incumplimiento de condiciones de prejubilación para las viudas de directivos fallecidos. Eso sí, cuando el prejubilado es de la confianza del presidente, incluso puede cobrar su prejubilación y seguir siendo retribuido por el banco, tras repescarle para otras funciones, sean en el Consejo o como representante de la entidad en otras empresas e instituciones. Ejemplos: José Antonio Fernández Rivero y Gregorio Villalabeitia.

Además, y como ya informara Hispanidad, la pasada semana, sin ningún plan regulado y pactado de prejubilaciones, FG comunicó a sus directivos que no quería en la entidad a nadie que hubiera cumplido los 50 años. El único que podrá superar esa edad es el presidente (62) y el consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri, que cuenta con 52. De la misma forma, las únicas condiciones de prejubilación que se han modificado al alza han sido las del propio FG, que, a 31 de diciembre de 2005, acumulaba ya 38 millones de euros de pensión, que deberá pagar el BBVA cuando se retire.

FG ha sido el presidente de banco que más cambios ha realizado en su equipo directivo, el que más ha prejubilado y el que más ha sabido jugar con la competencia interna, otra de su ideas favoritas. Así, lo primero que hizo al llegar a Argentaria, nombrado por Rodrigo Rato y sin ninguna experiencia bancaria, consistió en reunirse, individualmente, con los 20 máximos directivos del grupo. A todos ellos les exigía que expresaran su opinión sobre el trabajo de los demás. A partir de esas reuniones, se produjo un cambio acelerado del nivel directivo, salidas que en muchas ocasiones terminaron en los tribunales, algo muy extraño en las cúpulas bancarias y que, por ejemplo, rara vez sucede en el SCH. Verbigracia: el propio Antonio de Santiago recurrió a Magistratura en su salida de Argentaria y el despido fue considerado improcedente. Todo indica que su comparecencia del próximo día 4 ante los tribunales por razones laborales algo, asimismo, inhabitual en un presidente de banco- no será la última.