En TVE, los tertulianos opinaban sobre los sucesos acaecidos en Alcorcón, con esa especie de rebelión popular contra la delincuencia. Para Esther Palomera, el debate se debería fijar más en la delincuencia que en el racismo. El germen del problema es la inseguridad que han vivido ciertos sectores de la población. Si esto no se ataja, puede derivar en brotes de violencia y episodios como los que hemos vivido en Francia los dos últimos años.

 

Alberto Surio coincidía con Palomera en que el problema es de inseguridad, no de racismo. La gente que vive ahí debe intentar solucionarlo sin dejarse manipular. No creo que haya un polvorín. No ha dado tiempo a esa exclusión social que se ha producido en otros países. Y apuntaba que hay que solucionarlo con un poco de buena voluntad de los que puedan tener influencia sobre los chavales de Alcorcón y con la actuación social de las instituciones, los profesores y los padres.

 

Esther Jaén cree que es una situación preocupante que hay que atajar, de orden público. Todo empezó por la pelea entre dos parejas no entre bandas. Nadie está diciendo que Alcorcón y sus ciudadanos sean racistas. Sí es verdad que ha habido mensajes rechazables que incitaban a la violencia, ahora bien, quizá deberían pensar en poner mas policía, quizá es el momento de ampliar la policía y no se si estaría bien  pensar en otras experiencias como la de Barcelona con colectivos juveniles. En lugar de permitir que se conviertan en grupos antisistema, integrarlos en el sistema. Convertirlos en una asociación cultural.