El hecho remonta a la vieja anécdota que siempre se atribuye al gobernador del Banco de Inglaterra, al que supuestamente un periodista le preguntó:

-¿Los tipos subirán o bajarán?

A lo que el prócer, también presuntamente, respondió:

-A medio plazo, sí.

El Banco de España, por boca de su gobernador, Gonzalo Gil, no sabe si los tipos van a bajar o a subir, pero afirma que el precio del dinero está donde aconseja la situación económica. Es más, en un alarde de audacia, casi temeridad, Gil concluye que parece difícil que suban. En esta situación, no son pocos los analistas que se temen lo peor: que en cualquier momento, un directivo del Banco de España pronuncie una frase directa o, lo que es mucho peor, inteligible.

Naturalmente, todo lo anterior no es óbice para que el subgobernador manifieste su honda preocupación ante la posibilidad de que el elevado endeudamiento de las familias provoque, no crisis familiares, sino impagos de créditos hipotecarios, por lo que aconseja a los bancos, y sobre todo a las cajas, una exquisita prudencia.