Reconozco que he perdido la cuenta de las películas que he visto que giraban alrededor de una boda, la mayoría de ellas escritas por alérgicos al matrimonio que parecían empeñados en convencernos de que pasar por la vicaria supone uno de los peores pasos que un individuo puede dar en la vida; o por cursis que nos provocaban el mismo efecto

El pastel de bodas, de Denys Granier-Deferre, no rompe la tradición. Más aún, por su contenido repleto de lugares comunes progres (sacerdote con pasado, marido que maltrata psicológicamente a su esposa, etc) podría  ser perfectamente de nacionalidad española. Algo más acertado es el humor que destila sobre la parafernalia innecesaria que rodea a una boda (asunto que muchos compartimos) y que puede provocar alguna sonrisa.

El argumento no depara sorpresas: una pareja que ha planeado con ilusión su boda en el campo y unos parientes que parecen empeñados en arruinársela

Con estas pistas creo que se hacen una composición de lugar de por dónde respira esta comedia francesa tan  predecible como olvidable.

Para: Los que quieran comprobar que el cine francés en ciertos temas tiene un tratamiento  tan moderno como el cine español